Cambio climático y desastres naturales : una perspectiva macroregional

70 El cambio climático y Chile economías y dinamismo local, sean de calidad comprobada. Ese mercado exigente será la contraparte imprescindible de una producción sustentable, que con sus sellos de calidad y asociatividad sea capaz de captar nuevos mercados y fronte- ras. Un mercado centrado en la calidad, competitividad efec- tiva y modelos de negocios de “nuevo tipo”. c) Actuar con suma urgencia en la matriz energética diversifi- cada y no carbonífera, adelantando el compromiso de cierre de las centrales a carbón en el 2030. Habida cuenta de la ac- titud favorable de los privados y definiendo un cronograma al efecto; crear todas las condiciones (certificación ambiental, fa- cilidades constructivas, aprobación y recepción de proyectos) para que la matriz energética nacional tenga en 2030 a lo me- nos dos terceras partes de su generación en modalidad eólica y solar. Ejecutar un programa de ahorro energético preciso y comprobable en las actividades productivas. Avanzar decidi- damente en la cooperación internacional científica respecto del uso del hidrógeno como combustible para su aplicación en la realidad chilena 59 . Establecer todos los mecanismos de control y manejo energético en contextos de crisis bajo direc- ción pública. d) Desarrollo de estrategias de desarrollo sustentables en las dife- rentes cuencas naturales, a objeto de preservar dichos ecosis- temas naturales; reforestar y replantar especies naturales ade- cuadas; aprobar normativas específicas sobre ordenamiento del territorio, incorporando zonas de riesgo y restricciones a la localización de actividades productivas y habitacionales; defi- nir un programa integral de infraestructura vial y energética y efectuar los arreglos institucionales para una gestión a cargo 59 Véase, “El Hidrógeno será clave para la coaversión de Chile a la Carbono Neutralidad”, El Mercurio, 27.01.2020. Estas sociedades y economías “de nuevo tipo” le darán sostén a un equilibrio ambiental superior y plantarán las bases de una lucha frontal y decidida contra los efectos devastadores del cambio cli- mático. No son solo “acciones precisas” sino un conjunto de cam- bios estructurales que ajustarán severamente nuestras economías y nuestras sociedades. a) Avances en nuevas formas productivas, en los diferentes secto- res directamente vinculados a ecosistemas naturales, afianzan- do explotaciones acotadas y cuidadosas de recursos naturales, con mínimos programados de uso del Agua, considerando sistemáticos ahorros energéticos (y con energías no carbono), que privilegien el uso de insumos locales, reduciendo sistemá- ticamente las demandas de trasporte, haciendo efectivas cade- nas de producción eficientes, sosteniendo relaciones laborales justas y en sintonía permanente y adecuada con sus comu- nidades locales y ciudadanas. Estas formas productivas en ocasiones han sido definidas como una “economía circular”, con plena eficacia de los recursos usados y su reutilización, o “formas productivas limpias” 58 , con reducciones sistemáti- cas de las respectivas huellas de carbono, o como” economías solidarias”, donde lo productivo asume relaciones sociales y laborales justas y promueve la inclusión social. b) Promover en nuestras sociedades nuevas pautas de consumo, que hagan que la ciudadanía y los consumidores opten por: productos “sustentables” y con menor huella de carbono, tecnologías renovables y respetuosas de los equilibrios de los ecosistemas, precios regulados por mercados justos y compe- titivos, promuevan insumos y mano de obra local, favorezcan 58 Véase, País Circular, ONUDI, Albaladejo, Manuel “La economía circular es donde se encuentran la agenda productiva y ambiental, hoy no se entiende la una sin la otra”, 09.05.2020.

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