Cambio climático y desastres naturales : una perspectiva macroregional

175 sido conseguido a costa de la quema o roce de vegetación nativa, poniendo en peligro la flora y fauna de la región. En su reemplazo se han sembrado praderas aptas para ganado. En cuanto a la Hidrografía de la macroregión 223 , su gran extensión latitudinal del país, así como la variedad longitudinal de relieves, presenta una gran diversidad de climas y rasgos geomorfológicos que inciden en la conformación de cuencas y rasgos hidrológicos de éstas. LaRegión delMaule, los cauces superficiales presentan un régimen mixto pluvio-nival. Es importante mencionar que, en el contexto nacional, la depresión intermedia se caracteriza por concentrar la mayor densidad poblacional, así como la producción agrícola más intensiva. Se emplaza sobre las cuencas del Río Maule (19.179,3 km2), la cuenca del RíoMataquito (6.315,9 km2), cuencas costeras de los RíosMataquito yMaule (1.084,6 km2), ésta última de carác- ter costero-exorreico. La cuenca con mayor extensión en la región corresponde a la cuenca del Río Maule, con extensión que abarca desde la cordillera de Los Andes hasta la depresión intermedia. En cuanto a la estabilidad de volumen de caudal de estos ríos, es po- sible identificar una tendencia a la disminución para ambos en el período 2005-2008. La tendencia de variación nacional en cuanto al volumen de caudal es negativa, por lo que la región no resulta ser una excepción. La región del Ñuble, por su parte, se asocia principalmente al gran sistema fluvial del Río Itata, dren principal que nace en la Cordille- ra de Los Andes, y que en su recorrido recibe los desagües de bue- na parte de las cuencas altas de la división administrativa. La hoya hidrográfica del río Itata alcanza una superficie de 11.293 km2 y 223 Ibid. de la cordillera. Por sobre estas especies aparece la estepa andina de arbustos bajos y gramíneas. Debido a alteraciones antrópicas, hacia el sur, el bosque nativo y las especies autóctonas han dado paso las plantaciones forestales de pinos y eucaliptus, los cuales alternan con los cultivos agrícolas. La Región del Biobío posee una gran importancia respecto de la amplia variedad de especies nativas: por una parte tanto en la sección alta del Río Biobío, como en la Cordillera de Nahuelbuta se encuentra el bosque de Araucarias, el cual habitualmente se asocia con especies como coigüe, lenga y ñirre. En esta macroregión se encuentra la distribución más septentrio- nal del monumento natural nacional llamado araucaria, especie de zona húmeda, de lento crecimiento y gran talla y que ha sido declarada monumento nacional para evitar su extinción. Otras es- pecies presentes son el canelo, roble, coigue, luma, mañio, lingue, coligue. También se encuentran una gran cantidad de matorrales y plantas, pastos líquenes, musgos y helechos gigantes producto de la humedad de la zona. Si bien la vegetación característica de esta parte sur de la macroregión es el bosque con aspectos de selva, existen lugares que presentan condiciones de mayor sequedad de- bido a la presencia de la Cordillera de Nahuelbuta que actúa como biombo climático y permite la existencia de bosque esclerófilo. Por su parte la selva valdiviana se caracteriza por ser una vegeta- ción muy densa con especies como el alerce, canelo, olivillo, lau- rel, maitén, ulmo, avellano y arrayán, además de una vegetación arbustiva de quilas y helechos que la hacen prácticamente impe- netrable. Al igual que en la Araucanía, la fisonomía de la Región de Los Ríos ha cambiado debido al uso agrícola y ganadero que ha primado en los últimos años. El espacio que hoy presenta ha

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