Cambio climático y desastres naturales : una perspectiva macroregional
124 Macroregión Norte La Macroregión norte, con grandes extensiones de escasa ve- getación, tiene una superficie de 300.904.30 Kilómetros cua- drados, equivalente al 39,8% del territorio nacional, excluyen- do los 1.250.000 km2 correspondientes al Territorio Chileno Antártico. Uso de SueloMacroregión Norte, por región y % Región Superficie (km²) % País % Macroregión Arica y Parinacota 16.873,30 2,2% 5,6% Tarapacá 42.225,80 5,6% 14,0% Antofagasta 126.049,10 16,7% 41,9% Atacama 75.176,20 9,9% 25,0% Coquimbo 40.579,90 5,4% 13,5% Total Macroregión Norte 300.904,30 39,8% 100,0% Total País 756.102,40 100,0% Fuente: Elaboración propia con base INE. Las mayores extensiones corresponden a las regiones de Antofa- gasta y Atacama, con grandes áreas desérticas y una superficie conjunta equivalente al 67% de la superficie macroregional y aproximadamente un 28% de la superficie total del país. Esta con- dición desértica se refleja en el uso del suelo, en donde el 63,3%del territorio corresponde a áreas sin vegetación, y que corresponden al 80,2% de estas superficies a nivel nacional. El 34.5% a praderas y matorrales, un 50,3% de estos usos del suelo a nivel nacional. Los terrenos agrícolas y los destinados a usos urbanos e industriales corresponden a menos de un 1% cada uno. En cuanto a la población, esta Macroregión si bien tiene una ex- tensión cercana al 40% del territorio nacional, solo equivale al 12,6% del total de habitantes del país. Su población rural, equi- insolación diaria. Esta condición sólo es alterada por la influencia de un fenómeno estacional, conocido “invierno boliviano”, que consiste en el ingreso de masas de aire húmedas provenientes de la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes, lo que genera lluvias en el alti- plano. En la parte sur de esta Macroregión comienzan a variar estas características y el clima presenta una denominación de semiárido, apelativo originado en sus rasgos transicionales. Respecto de la situación hídrica, es una zona de baja disponibili- dad de recursos por habitante. En particular, las tres regiones del extremo norte poseen bajos niveles de escorrentía superficial, y la principal fuente de extracción de agua corresponde a fuentes subterráneas, lo que agrava la fragilidad de disponibilidad de acuíferos con zonas declaradas de restricción, además de limitar el desarrollo y subsistencia de sus ecosistemas. En estas regio- nes extremas imperan condiciones de sequedad absoluta, con fuertes oscilaciones térmicas diarias, las lluvias altiplánicas de- terminan la variabilidad en la conducta de los caudales, es decir, su régimen es pluvial. Tan difíciles son las condiciones para los sistemas fluviales que sólo existe un dren que escurre durante todo el año: el río Loa. En las regiones más hacia el sur de la Macroregión, las precipita- ciones irregulares unidas a las condiciones semiáridas del clima provocan un tipo de alimentación fluvial mixto, en el cual existe un influjo de las precipitaciones sólidas caídas en la cordillera, en unión con las lluvias que caen durante el transcurso del año. En esta Macroregión natural existen acuíferos, o reservas subterrá- neas de agua que permiten la subsistencia de la agricultura, y de las diferentes actividades y asentamientos humanos. Tal es el caso de la Región de Coquimbo, que tiene tres importantes ríos: Elqui, Limarí y Choapa, todos ellos nacen en la Cordillera de Los Andes y desembocan en el mar.
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