Innovar para educar

jetivo se da en un espacio donde la socialización con otros juega un rol fundamental. Es por ello que nos distinguimos de otras especies: somos seres socia- les, destinados a encontrar un lugar dentro de una comunidad o socie- dad. De hecho, los bebés con pocos meses de edad ya son capaces de mostrar comportamientos de tipo altruistas y colaborativo, pro-so- ciales, por lo que esta conducta, al parecer innata, es la que debemos potenciar con la educación. Si so- mos seres sociales, la cooperación deber ser lo normal (Warneken y Tomasello, 2007). En un estudio en el que participaron 36 mujeres se demostró que cuando coopera- ban (bajo el modelo del Dilema del Prisionero) se activaba el sistema de motivación y gratificación de la dopamina, reforzando el compor- tamiento cooperativo y generando más altruismo (Rilling et al., 2002). Dentro del Liceo Experimental Ma- nuel de Salas, se generaron en los últimos años dos proyectos que utilizan la metodología colaborativa (Huerto y Robótica), logrando aunar una mirada común sobre la forma- ción educativa y los procesos de aprendizaje involucrados. Estas ins- tancias se organizaron en base a los siguientes ejes que fueron la base de este proyecto de Cooperación en el aula: · Trabajos de los contenidos con- ceptuales a través de la práctica. · Resolver distintos tipos de pro- blemas en diferentes contextos, a través de la toma consciente y con- sensuada de decisiones. · Trabajo colectivo, participativo y cooperativo. 57

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