Prácticas pedagógicas en la diversidad: III Coloquio de Danza y Educación
transitar un camino de aprendizaje de mane- ra consciente y afectiva, siendo secundario si este camino llega o no a alguna culminación. El Tao Te King, piedra angular de la filosofía taoísta, escrito en el siglo VI a. de C. por Lao Tse, dice en su epigrama 47: “cuanto más lejos se va, tanto menos se aprende” . Es decir, para el milenario filósofo chino no sería garantía de aprendizaje el avanzar hacia una meta leja - na. En efecto, concuerdo con que no importa cuánto recorramos, sino cómo realicemos ese recorrido. El filósofo Lucio Anneo Séneca nos decía hace dos milaños atrás que “Quam bene vivas refert, non quamdiu (…) Qualis vita, non quanta” , (No importa cuánto vivas, sino vivas bien… calidad de vida, no cantidad). Esto que indicamos, que pareciera de una evidencia pueril, en mi opinión no se condice con los métodos de enseñanza que hoy parecieran normar el tipo de docencia que ofrecemos en la educación superior, la mayoría de estos for - jados desde los procesos productivos de las empresas. En efecto, y en voz de los acadé - micos mexicanos Antonio Valiente Barderas y Carlos Galdeano Bienzobas: “[e]l propósito de la educación basada en nor- mas de competencias es proporcionar educa- ción técnica y capacitación a los trabajadores, así como combinar la educación y el trabajo” 6 . Resulta pertinente citar acá al doctor Marcelo Careaga Butter, que plantea algo muy similar: La educación (…) se tensiona en torno al de- sarrollo de competencias productivas. Las ex - pectativas y aspiraciones sociales se orientan, principalmente, hacia el logro de perfiles de desempeño eficaces para la producción. Se educa y forma para una empleabilidad pro- ductiva 7 . Es decir, el sistema educacional universitario se ha actualizado a través de una formación pro - fesionalizante, donde lo fundamental no se encuentra en la facilitación de la emergencia de un ciudadano capaz de aceptar la legitimi - dad del otro a través del aprendizaje, sino que se encuentra en la facilitación de la emergen- cia de un profesional con competencias. Un ser humano que se adapte de la manera más exitosa posible al sistema de libre mercado, donde su competitividad sea el soporte para la construcción de su futuro (y, por lo tanto, el de su entorno social). Donde su fortaleza es - piritual y psicológica (esa fortaleza de la que hablaban mis formadores), sea en realidad un endurecimiento que permita soportar la vio - lencia del medio y la des-legitimización del otro; un endurecimiento que también permita ejercer eficientementela violencia y la des-le - gitimización del otro, muchas veces de mane - ra inconsciente; y así, de este modo, no se vea finalmente afectada la productividad. Vuelvo a citar a Maturana: [E]n el momento en que uno se forma como estudiante para entrar en la competencia profesional, uno hace de su vida estudiantil 6. Barderas, A. V., &Bienzobas, C. G. (2009). La enseñanza por competencias. Educación química, 20(3), p.369. 7. Careaga Butter, M. (2011, 23 de agosto). ¿Educación para el progreso o educación para el desarrollo?. Blog académico UCSC. Recuperado desde http:// www.ucsc.cl/blogs-academicos/educacion-para-el-progreso-oeducacion-para-el-desarrollo/. 6
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