Prácticas pedagógicas en la diversidad: III Coloquio de Danza y Educación
ha instalado las inseguridades sobre los pro- cesos fisiológicos, es que la danza me interpe- la al cumplir un rol fundamental como manera de hacer convivir el goce/placer/liberación y forma de escucha frente a los procesos cícli- cos y sus formas de abordar la gestación y el parto en movimiento. La danza es una manera, existen otras formas más para incitar o promover el movimiento, como podrían ser el yoga, la meditación, es- tudios anatómicos, kinesiología o terapias. Así lo enuncia la cita a este artículo extraído de la publicación The Journal of Perinatal Educa- tion: “(…) Muchas otras prácticas que son uti- lizadas por los educadores para el parto y las doulas pueden utilizarse de forma segura en el apoyo, aunque no todas han sido investigadas para determinar su eficacia, son: balanceo de lo pélvico, desplantes, bailar lentamente y subir es- caleras. Estas intervenciones ayudan a las mujeres a participar plenamente en el proceso del parto y asentirse cuidadas y reconfortadas (…)” (Lamaze Internatio- nal, 2007). En la danza he ido encontrando otros aspec- tos que vienen a completar este fundamento, que pretende instalar desde su expresividad y metodologías un lugar que entrega posibilida- des para la emancipación corporal a nivel po- lítico y con estrategias concretas para permitir al cuerpo moverse desde un lugar sensible y con sentido. Durante esta búsqueda por hacer cruces in- terdisciplinares provenientes de autores que tienen como protagonistas al cuerpo y que promueven su protagonismo para desinhibir lo establecido, y lo reprimido que se ha man- tenido suprimiendo el placer y el goce de las mujeres, el cual ha instalado lo cíclico y los procesos reproductivos como algo tortuoso, doloroso y violento donde se niegan las infi- nitas capacidades que poseemos las mujeres, es que citaremos a Casilda Rodrigáñez: “(…) No se trata sólo de acabar con el dolor inne- cesario del parto que como dice Leboyer: no satisface a ningún dios; se trata de acabar con la violencia interiorizada que supone in- hibir nuestra sexualidad y nuestra capacidad orgástica desde la infancia; la violencia inte- riorizada de la negación de nuestros cuerpos y de nuestras vidas (…)”, (Rodrigáñez, Pariremos con placer, 2007). Hoy, la Organización Mundial de la Salud pro- mueve los partos fisiológicos, respetados y sin intervenciones rutinarias innecesarias. Esto es posible con información, empoderamiento y herramientas necesarias de alivio no farma- cológico del dolor, como, por ejemplo, uso de respiraciones, vocalizaciones y manteniendo el libre movimiento durante el trabajo de par- to y parto. Estos tres últimos conceptos me in- centivaron a crear el proyecto “Danza Panzas” que consiste en clases teórico-prácticas de danza, expresión corporal, y educación peri- natal, para que las mujeres puedan reconocer, reconectarse con sus cuerpos, vivir una expe- riencia de goce a través de la danza, relaciona- do directamente con temas fundamentales de la educación perinatal, que se basan en prácti- cas que promueven una gestación consciente y saludable. La idea es informar para que cada mujer pueda adquirir un mayor conocimien- to, entregando herramientas con las que se pueda potenciar el empoderamiento, basado principalmente en cuatro aspectos: 1. Tener: “yo tengo el poder de”, 2. El saber: entregar información actualizada sobre el actual cam- bio de paradigma sobre gestación y parto, 3. Querer: poder interior, y 4. Poder: poder y ma- nejo de la situación a la que me enfrento. Mantener una gestación en movimiento es 70
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=