Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios

94 VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS transcurso de la vida de los sujetos, general- mente a través de la edad o de una etapa espe- cífica del curso de vida, tales como la entrada/ salida del sistema escolar, la maternidad, el inicio/término de la vida laboral (jubilación). Los turning points son los eventos que gene- ran fuertes modificaciones, y que se traducen en virajes o discontinuidades en la dirección de las trayectorias vitales. La pandemia y la crisis sociosanitaria que esta conlleva puede ser concebida a nivel estructu- ral como una irrupción, un quiebre, un evento inesperado o discontinuidad para la vida de las naciones en el transcurso sociohistórico de las sociedades. A nivel individual, la pandemia se configura como un turning point transito- rio, es decir, como una crisis que genera una bifurcación en las biografías o en el curso de las trayectorias vitales de las personas, que una vez superada la crisis pandémica, podría volver al vértice que seguía previo a la crisis. Esto último es posible de aprehender a través de procesos de investigación cualitativa que den respuesta a si esa experiencia fue efecti- vamente un turning point (cambio radical de la trayectoria vital más allá de la crisis), un turning point transitorio (cambio radical que permite volver a retomar la trayectoria vital) o, más bien una transición (cambio que no implicó modifi- car la trayectoria vital producto de la crisis). Se requiere de una distancia biográfica y retros- pectiva para poder significarlo y reconstruirlo. La población mayor es uno de los grupos más vulnerados por esta pandemia, así como por las condiciones estructurales en las que esta se vive. En efecto, según diversas entidades (CDC, OMS) las personas mayores son uno de los grupos de mayor riesgo de contagio por COVID-19 y en el cual se puede manifestar con mayor severidad esta enfermedad, teniendo una de las más altas tasas de mortalidad por esta causa, en comparación con otros grupos de edad, a nivel mundial. Este mayor riesgo ha hecho extremar las medidas de aislamiento por razón de edad, decretándose confinamien- tos obligatorios para ciertos grupos etarios en distintos países. En Chile, una de las primeras medidas para prevenir la propagación del virus en los inicios de la pandemia (23 marzo 2020), fue la cuarentena preventiva obligatoria para las personas mayores de 80 años (cuarta edad en Chile), la cual posteriormente (15mayo 2020) fue modificada, definiendo los 75 años como la frontera etaria para permanecer obligatoria- mente en sus domicilios y evitar el ingreso de visitas salvo por razones estrictamente necesa- rias (atención de salud, provisión de alimentos, cuidados y apoyos para aquellas personas que lo requieran). Así también, las medidas de aisla- miento para personas mayores se extendieron a la restricción de visitas a las residencias o esta- blecimientos de larga estadía, inicialmente por 30 días, la cual se ha ido prorrogando al conti- nuar la crisis sanitaria (Ministerio de Salud Ord. B1 N°866). Por su parte, las actividades progra- máticas de centros de día y clubes de adulto mayor, permanecen suspendidas por el riesgo de contagio 9 . El confinamiento obligatorio por edad se tradu- ce, por una parte, en una protección para la salud de las personas mayores, puesto que reduce el riesgo de exposición al contagio pero, por otra, conlleva riesgos al vivirse como aislamiento social. Se produce una situación paradojal 10 , en que las condiciones de vida impuestas por el confinamiento ya sea en el domicilio o en otro tipo de residencias, están teniendo muchas consecuencias negativas para las personas mayores. Se puede producir un aumento del deterioro cognitivo por haber dejado de realizar actividades de estimulación

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=