Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios

9 Ensayos sobre la pandemia por COVID-19 mente) tiende a desestimar el efecto de esta relación, naturalizando todo lo que ocurra a los cuerpos, para la salud pública este es uno de los puntos de arranque decisivos. Por cierto, la pandemia hace aún más imperiosa la necesi- dad de considerar esta relación, considerando desde su origen zoonótico hacia adelante. Y ello está en la base de diversas operaciones vincula- das a esa redefinición de la salud pública. En plena transición epidemiológica, la aparición de este virus hace que tengamos que desandar el camino y volver a considerar las enfermeda- des infecciosas y sus modos de enfrentamiento. Aquí es básica la polémica entre la estrategia orientada de un modo hospitalo-céntrica y otra orientada de un modo territorial, involucrando fundamentalmente a la atención primaria. Es cierto que la muerte no es un dato tan duro como se suponía: hasta el día de hoy (10 de octubre) no sabemos con certeza el número efectivo de muertos por COVID-19: hay 13.272 muertos confirmados y hay 4.684 ‘posibles’. Desde don Hugo Behm, 1962 por lo menos, sabemos que en torno a la información biomé- dica se mezclan los ‘eventos biológicos’ con los ‘eventos civiles’ y que, por consiguiente, la mera información cuantitativa de los eventos biológicos no es una traducción directa y auto- mática de la realidad iii . El ex ministro Mañalich, en su intervención a raíz de la acusación cons- titucional en su contra, dio una detallada cuen- ta de las formas de traducción de los datos de mortalidad por COVID-19 iv . Y en su exposición iii Hugo Behm Mortalidad infantil y nivel de vida . Ministerio de Salud, Subsecretaría de Salud Pública 2010 (2ª edición). La primera edición de esta señera obra fue editada en 1962 por Ediciones de la Universidad de Chile. iv Acusación constitucional deducida en contra del exministro de salud, señor Jaime Mañalich Muxi. Acta de sesión Nº 5 (viernes 2 de octubre de 2020, de 10:33 a 13:51 horas) . Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (https://www.camara.cl/legislacion/comisiones/integrantes.aspx?prmID=2981 ) v Idem. Intervención de la Dra. Danuta Rajs se aprecia como se va construyendo el dato de mortalidad: una cosa es morirse, otras es que esa defunción sea registrada, otra es que ese registro sea comunicado… Hay diseño de estra- tegias para la recolección de la información, hay planes, procedimientos y formularios defi- nidos con ese propósito. Pero, asimismo, hay igualmente circunstancias personales: exceso de trabajo, falta de habilidades específicas, en fin, olvidos. En conclusión: en cualquier asun- to humano siempre, y afortunadamente creo, intervendrá lo indeterminado… Pero no solo es cosa de papeles y de burocra- cia, también hay que ver de qué muere aquel que muere por COVID-19: muere por una falla multisistémica, muere por una insuficiencia respiratoria o muere por un tormenta inmu- nitaria. Y el que murió atropellado pero tenía un PCR positivo, ¿donde queda? En la misma sesión de acusación constitucional contra el ex ministro, se destacó que el certificado de defunción es un formato con una estructura lógica interpretado por codificadores expertos que siguen reglas definidas v . Pero a pesar de esa lógica, a pesar de esa experticia, y a pesar de esas reglas, no se excluye que se trata siem- pre de una interpretación. Es cierto que en la gran mayoría de los casos, la interpretación es la única correcta y clara; pero hay otros casos donde reina la incertidumbre. Un paciente hospitalizado fallece a la una de la mañana; su certificado de defunción no es registrado por el médico que lo atendía en sala sino por

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