Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios

76 VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS nez-Hernáez, 2010: 65) e invita a estar entre ambos saberes. Creemos que la antropología puede aportar en crear puentes entre el cono- cimiento técnico-científico o epidemiológico, y los conocimientos y los saberes de las comuni- dades no científicas. Por último, un tercer elemento que quisiéra- mos relevar y que es propio de la disciplina antropológica es la necesidad del desarrollo de un pensamiento relacional, que puede ser la clave para comprender las estructuras socia- les (Deleuze 1987, Bourdieu 1996, 2001, Martí- nez-Hernáez 2008). La perspectiva relacional no solo contiene un aspecto dialógico, sino además da cuenta de las manifestaciones de poder que ocurren a nivel micrológico, y por lo tanto a través de las relaciones (Bourdieu 1981). Entonces, surge la necesidad de tener una aproximación holística, es decir “un esfuerzo de comprensión de la realidad de tipo relacional y no desagregado” (Martínez-Hernáez, 2010: 65), que apele a la noción de multidimensionalidad. Pero este concepto no debe ser entendido como una simple suma de factores, sino como un todo articulado y entramado que modifique la teoría explicativa (Martínez-Hernáez, 2008). La cosmovisión mapuche, que centra su aten- ción en el cuidado de la vida con un fuerte componente relacional vinculado al territorio, poniendo sobre la mesa los afectos y los senti- res (Cuyul, 2020), pone de relieve la importan- cia de recuperar la memoria de los pueblos que han habitado este territorio llamado Chile desde tiempos ancestrales. Desde la disciplina de la salud pública, el desa- rrollo de un pensamiento relacional plantea la posibilidad de repensar un nuevo modo de articularnos y de elaborar políticas publicas participativas e incluyentes. Siguiendo a Cuyul (2020) se deben generar dispositivos de anclaje a los territorios porque la perspectiva relacional protege de la desconexión, la prepotencia y el autoritarismo. Se requiere con urgencia que las políticas públicas incluyan una mirada desde la realidad local, desde la diversidad y hetero- geneidad local, y nuestra propuesta es que las herramientas que se ponen a disposición desde la antropología pueden hacer la diferencia. Lo descrito hasta acá son los elementos que quisimos destacar considerando los aportes que puede hacer la mirada antropológica. En definitiva, el pensamiento en clave antropoló- gica apela a la contextualización de las reali- dades diversas, por la necesidad de visibilizar la heterogeneidad de las desigualdades que se despliegan a lo largo del territorio nacional, a la necesidad de situar a las personas en sus territorios, para lo que se requiere la herramien- ta etnográfica, e impulsar un modelo dialógico con base en una gestión territorial que recoja las voces de todas las personas y comunida- des participantes; así como de sus saberes. La prevención se debiera gestar en este pensa- miento relacional, con un fuerte anclaje en la gestión territorial. En este ensayo hemos planteado algunas ideas con respecto al aporte que la antropología puede hacer a la salud pública, especialmen- te en tiempos de pandemia; hemos querido evidenciar que existe un conjunto de enfoques, miradas y herramientas metodológicas que están a disposición del quehacer salubrista. Proponemos que su incorporación enriquece el abordaje con miras a generar un proceso de salud colectiva, donde las determinaciones sociales se entrecruzan con una mirada inter- seccional de las desigualdades para dar cuenta de la co-construcción autónoma de la salud, del bienestar y del buen vivir.

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