Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios

55 Ensayos sobre la pandemia por COVID-19 sión de levantar las cuarentenas en otras 15 municipalidades. El 13 de junio renuncia el Ministro de Salud Jaime Mañalich, a la luz de una nueva contro- versia respecto al número correcto de muertes informadas diariamente por la Subsecretaría de Salud Pública y un empeoramiento de los indicadores interpretado como el fracaso de la estrategia de cuarentenas dinámicas 42,43 . Durante el peak, la ocupación de camas críti- cas fue excesivamente alta en el área metro- politana de Santiago y pacientes debieron ser transportados a otras regiones del país para ser hospitalizados 44 . Muchos pacientes tuvieron que esperar en centros de atención primaria a ser hospitalizados. El enfoque, hasta finales de mayo, estaba puesto en expandir la capacidad del sistema de salud, pero la prensa chilena alertó el hecho de que la autoridad sanitaria no era capaz de alcanzar una gran cantidad de casos y contactos y asegurar su aislamiento y cuarentena. La trazabilidad se convirtió en un problema emergente en la agenda pública en ese momento y sólo el 3 de junio (tres meses después del primer caso) el MINSAL anun- ció la inclusión de la atención primaria en los esfuerzos de trazabilidad 45 , pese a que un gran número de municipalidades ya se encontraban haciendo algún grado de rastreo de contac- tos por su cuenta. Una estrategia nacional de trazabilidad fue formalmente anunciada sólo hasta un mes después, en la primera semana de julio se publica el protocolo de trazabilidad y se anuncia fondos adicionales destinados para esta labor, los cuales comienzan a llegar tardía- mente, reportándose aún un 14% de centros de atención primaria que en la segunda semana de agosto aún no reciben recursos 46 . El gobierno chileno en agosto ha comenzado a relajar las cuarentenas en múltiples comunas, donde si bien hay criterios conocidos e indica- dores, no se ha transparentado toda la informa- ción desagregada para verificar el cumplimien- to de los criterios propuestos en el plan paso a paso. Se debe hacer notar que los criterios que propone el plan paso a paso del MINSAL difie- ren de las recomendaciones sobre umbrales para los indicadores entregadas por la OMS 47 , así como el mismo Consejo Asesor 48 , iniciativas como COVID-Local 49 o ICOVID-Chile 50 . Los criterios de Paso a paso son más laxos en los aspectos relativos a la capacidad del sistema de salud, en testeo y estrategia de trazabilidad, que los otros criterios empleados o sugeridos. Comunicación de riesgo La comunicación de riesgo es un componen- te central de la gestión del riesgo que se basa en mantener la confianza, anunciar tempra- no, actuar con transparencia, comprender al público, y planificar la comunicación pública. La implementación de estas prácticas permi- te sentar las bases para, entre otros aspectos, orientar a la población, incluir a la comunidad, mantener una buena relación con los medios de comunicación, y generar una buena retroali- mentación de los mensajes entregados 51,52 . Para su estrategia de comunicación de riesgo, el gobierno empleó una serie de campañas comu- nicacionales por medios escritos, radiales y tele- visivos llamando al distanciamiento social, uso de mascarilla, alcohol gel, e informando respec- to de determinados síntomas de contagio y fomentando el uso del servicio telefónico Salud Responde 53,54 . Se instalaron vocerías diarias que informan acerca de los casos y muertes diarias a nivel nacional, anunciar cuarentenas, hacer llamados a la población y responder preguntas manifestadas por la prensa. El anuncio del primer caso de COVID-19 en Chile fue realizado por el Ministro de Salud Jaime Mañalich por medio de una improvisada

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