Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios

45 Ensayos sobre la pandemia por COVID-19 construir ciudades sanas y cómo habitamos en ellas. Hemos visto como el confinamiento en muchas ocasiones a disminuido las emisiones del transporte y cómo la bicicleta puede trans- formarse en un actor importante en la movilidad de la ciudad. Se alerta a estar atentos a cómo se usan los recursos fiscales y que estos no promuevan más contaminación, por ejemplo, haciendo exenciones de impuestos a proce- sos contaminantes (diésel) o subvencionando carreteras urbanas que beneficia a pocos que contaminan mucho. Por último, es importante promover sistemas alimentarios sanos y soste- nibles. Aquí es importante reconocer que la producción de alimentos (por ejemplo, carne), puede ser una fuente importante de emisiones de gases invernadero, a la vez que el hacina- miento de animales aumenta riesgos de zoono- sis y la aparición de nuevas enfermedades. Consideraciones sobre formación en salud pública y ambiental a 4 meses de iniciada la Pandemia El lavado de manos puede reducir entre 21 y 23% el riesgo de una infección respiratoria (y hasta un 50% el riesgo de una diarrea). Pese a ser una indicación crítica para el control de la pandemia, el estudio de los determinantes de su efectividad en su uso doméstico es precario. En pleno 2020, los determinantes de un lava- do de manos efectivo están insuficientemente estudiados, incluyendo aspectos teórico-prác- ticos y diseños que abordan el problema con un rango estrecho de sus determinantes 52 . No obstante, existen algunas condiciones ambien- tales básicas que se deben considerar para implementar ésta, una de las medidas más eficaces de esta pandemia, como lo es la falta o el suministro insuficiente de agua potable e instalaciones de saneamiento deficientes lo cual aumenta los riesgos de brotes de enfer- medades infecciosas. Considerar estos facto- res en la comunicación a la población, de esta medida tan sencilla, por parte de las autorida- des de salud, es muy importante pero no han sido tomados en cuenta. Este escenario lleva a pensar como salubristas si ¿será conveniente revisar y ampliar los tópicos de salud ambiental que ofrecemos? El control de la pandemia supone la imple- mentación de un conjunto de medidas de manera articulada. Entre ellas, la consideración adecuada de los roles de cada nivel de aten- ción y las capacidades específicas de vigilan- cia epidemiológica, son aspectos relevantes para el control efectivo de un agente infec- cioso. En Chile, el foco inicial de la respuesta a la pandemia ha estado en la alta complejidad (nivel terciario de atención), descuidando la Atención Primaria (AP), similar a lo ocurrido en Italia. Si bien luego fue parcialmente corregido, es posible que la estrategia inicial centrada en la alta complejidad traduzca la postergación de los roles de la AP en pandemia, que son múlti- ples, especialmente en el medio latinoamerica- no: contener la diseminación de la pandemia, vigilar la progresión de la enfermedad y derivar oportunamente a niveles de mayor compleji- dad. Además, debe identificar tempranamente problemas emergentes de salud asociados al aislamiento social prolongado como trastornos mentales, violencia, consumo de sustancias o descompensaciones de cuadros crónicos, en la población más vulnerable. La contribución de la AP se asocia a un compo- nente que ha sido particularmente deficita- rio en los meses iniciales de la pandemia: la trazabilidad. Esta depende de la existencia de instrumentos normativos y orientaciones técni- cas claras que conjuguen elementos teóri- co-prácticos pertinentes y articulados adecua-

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