Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios

38 VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS como interdependiente con la salud animal y un medio ambiente saludable. Luego, presen- tamos el aprendizaje desde las investigaciones recientes relacionadas con la contaminación del aire, el COVID-19 y los efectos en la salud. Por otra parte, a raíz de que el COVID-19 ha cambiado radicalmente los hábitos de vida y viajes en cuestión de semanas, abordamos los desafíos para los entornos urbanos, la moviliza- ción y la sustentabilidad en relación a las medi- das de prevención de la propagación del virus; desafíos que deben ser considerados tanto antes, durante y después de la pandemia. Final- mente, desde la perspectiva de una Escuela de Salud Pública, se presenta una reflexión sobre la pertinencia de nuestros planes formativos y sus métodos dado que la pandemia ofrece una ocasión privilegiada para revisar la trans- ferencia que se realiza a la sociedad mediante la formación de recursos humanos especializa- dos. Salud ambiental, zoonosis y COVID-19 Muchos enfoques conceptuales, como salud ecosistémica, medicina de la conservación y “Una Salud” apuntan al concepto de una salud humana interdependiente con la salud animal y un medio ambiente saludable, coincidiendo con los escritos de Hipócrates, quien hace más de dos mil años desarrolló el concepto ecoló- gico de enfermedad 1 . El concepto se ha ido enriqueciendo desde el siglo XIX con un gran impulso en 2004, cuando la Wildlife Conserva- tion Society organizó un congreso que apun- taba hacia la medicina de la conservación y lo llamó “One World-One Health”, estableciendo 12 ideas conocidas hoy como los principios de Manhattan 2,3 . Posteriormente, este concepto ha sido recogido en diversas organizaciones como FAO, OIE, WHO, CDC, UNICEF y el Banco Mundial, acuñándose el concepto tripartito Salud Humana-Animal-Ambiental en 2010 3 . En este contexto, la salud humana, una caracterís- tica propia de nuestro sistema social depende del entorno físico y biológico 4,5 . El aumento de la población, la globalización y el cambio climático han significado un cambio en la prevalencia y aparición de nuevas enferme- dades infecciosas, muchas de ellas zoonóticas y transmitidas por insectos hematófagos 6,7 , con cambios en los patrones espaciales y tempora- les de reservorios, vectores y hospederos. Esto ha significado la emergencia y re-emergen- cia de numerosas enfermedades 8-11 . Entre las enfermedades emergentes se encuentran los virus Marburg, Hendra, Nipah, Ebola, síndrome pulmonar por Hantavirus, SARS, MERS, la cepa de E. coli O157-H7, Ciclosporidios y Criptospo- ridios 6,12 . Más del 70% de estas enfermedades son zoonóticas, donde el factor más importante es la transgresión de la barrera entre especies, concepto conocido como “derrame” o “spillo- ver” 12 . En los tiempos actuales, se destacan las enfer- medades cuyo reservorio son los murciélagos, principalmente los frugívoros. Los murciélagos tienen al menos 76 virus de peligro potencial para el humano, entre los que destacan los virus Rabia, Marburg, Hendra, Nipah, Menan- gle, Tioman, Ébola y los coronavirus SARS-CoV y MERS-CoV 13 . Los estudios actuales muestran casi con seguridad que el virus SARS-CoV-2 tiene su origen en murciélagos 14-17 . Este nuevo “spillover” está impactando la humanidad con una gran pandemia (COVID-19), que actual- mente ya cuenta con más de 17 millones de casos reportados y cerca de 700 mil fallecidos, afectando todos los aspectos de la vida de la humanidad 18 . Entonces, con alta seguridad, estamos frente a una zoonosis emergente a consecuencia de la trasgresión de la barrera

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