Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios
26 VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS cional y acompañamiento psicosocial, co-cons- truidos con las organizaciones locales, las redes sociales y los propios sujetos que requieren atención. La reciente determinación ministerial de traspasar (aunque bien tardíamente) buena parte del trabajo de pesquisa, tratamiento, deri- vaciones y prevención del COVID-19 será sólo decorativa si no trae asociada en forma peren- toria los recursos financieros, materiales, huma- nos y de infraestructura que se requieren, a la luz de los alarmantes datos epidemiológicos de contagio, enfermedad y muerte. La Salud Mental en el Servicio Público es la herramienta privilegiada para el incentivo a la participación social plena, con prácticas democráticas de gestión, involucramiento de la comunidad en el diseño, desarrollo, evalua- ción y gestión financiera de los programas de acción. La propia pandemia debe ser objeto de análisis y de estrategias de intervención en salud mental producidas en este ejercicio parti- cipativo, avanzando con estas prácticas desde el nivel de APS a los estadios más complejos de atención para los problemas de salud mental y de salud en general. La red pública de salud mental debe ser capaz de proveer líneas espe- cíficas de prevención y tratamiento para los grupos vulnerables/vulnerados, partiendo por los trabajadores de la salud y sus grupos fami- liares, y otros trabajadores de primera línea, sin los cuales es imposible sostener con eficiencia la demanda que está generando la pandemia. En este sentido, se requiere una concepción interdisciplinaria del equipo de salud mental y con un enfoque sociopsicobiológico. Por otra parte, es necesaria una perspectiva de intersectorialidad para la atención a la multi- determinación del fenómeno pandémico, esto es un compromiso sólido y debidamente finan- ciado de otros sectores del aparato del Esta- do que son definitorios del curso evolutivo del proceso salud – enfermedad mental – atención: educación, vivienda, previsión social, trabajo, economía, etc. Finalmente, postulamos la impostergable responsabilidad del Gobierno en la provisión de los recursos necesarios para los tres pilares estratégicos de la lucha contra la pandemia: testeo masivo y trazabilidad, cuarentenas tota- les, medidas de autocuidado e higiene perso- nal. Todo ello en un contexto de trasparencia informativa del MINSAL e incorporación demo- crática del mundo científico, la academia, orga- nizaciones de profesionales y trabajadores, del movimiento social a las distintas comisiones y mesas que asesoran a las autoridades políticas. Reflexión final A lo largo de este artículo se han presentado varios temas que entregan elementos para sustentar que la pandemia es una totalidad social, un proceso socio-histórico y sanitario colectivo e individual, que requiere de un abor- daje integral, holístico y sistémico. Las diferen- tes dimensiones que configuran este hecho social requieren de un cambio estructural, que va desde una cultura de la vida y las vidas, la vivienda, la educación y la recreación colectiva hasta un nuevo marco constitucional donde la salud sea universal, solidaria y gratuita en un contexto de diversidad étnica y cultural. Referencias bibliográficas ACNUR. (2020). COVID-19: No hay excusa para la im- punidad de los condenados por crímenes de lesa hu- manidad. Obtenido en abril de 2020, de https://www. ohchr.org/SP/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?- NewsID=25840&LangID=S. Ginebra, Suiza. AEN. (2020). Medidas urgentes en los Centros Peniten- ciarios durante esta pandemia de coronavirus…y para el próximo período. Obtenido en mayo de 2020, de http://
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