Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios
23 Ensayos sobre la pandemia por COVID-19 Personas privados de libertad: La cárcel chilena encierra, junto con las personas, una realidad dantesca y vergonzosa, en la que confluyen todas las agravantes psicosociales, culturales y de salubridad que hacen de ella un esce- nario crítico para la pandemia. El gobierno ha sido rígido en limitar la aplicación de medidas de excarcelamiento destinadas a proteger a la población penal de la enfermedad y la muerte por COVID-19, pese a que sobre ello hay reco- mendaciones internacionales (AMNESTY INT, 2020; ACNUR, 2020; ONU, 2020; AEN, 2020). Esto ha afectado no solo a los presos sino también a sus familiares, lo que da cuenta de los incidentes violentos registrados en algunos penales y fuera de ellos. Miles de imputados y de prisioneros políticos (jóvenes de primera línea del “estallido social”, sin antecedentes delictuales) podrían beneficiarse de medidas de excarcelación con fundamento sanitario (Agrup. Guacoldas, 2020). La parcialidad de las medidas adoptadas se suma a los intentos por aprovechar esta coyuntura para poner en libertad a genocidas de Pinochet; todo ello activa además efectos retraumatizantes sobre los familiares de las víctimas de violaciones a los derechos humanos y una reacción gene- ralizada de rechazo a esta intención por parte de múltiples instituciones de derechos huma- nos, justamente debido a que contraviene los compromisos internacionales del Estado de Chile con el tema de la justicia y los procesos de reparación social. (Cátedra dd.hh . U. de Chile., 2020) Migrantes: La pandemia ha develado la preca- riedad con la que la mayoría de los inmigrantes enfrenta su vida en el país: trabajos mal remu- nerados e informales, viviendas sobrepobladas, pobreza extrema y sufrimiento infantil asociado a ella, violencia en la vida cotidiana, estigma y discriminación, acceso limitado y sin pertinen- cia cultural a los servicios de salud, severas trabas burocráticas que les impide legalizar su documentación y, por tanto, acceder de mejor forma a puestos de trabajo, etc. (Servicio Jesui- ta a Migrantes, 2020). Muchos inmigrantes intentan colectivamente sumar esfuerzos para subsistir, especialmente ocupando lugares como cités y campamentos, en condiciones de mucha precariedad de higiene, hacinamiento, carencia de luz y agua, todo lo cual ha favoreci- do el contagio y la enfermedad viral. Un sector de ellos intenta desesperadamente retornar a su país de origen en busca de protección social. Cada vez que se ha realizado testeos del virus en estas comunidades la cifra de contagiados ha sido muy elevada, en algunos casos comprometiendo a casi la totalidad de sus residentes, incluyendo niños. Los efec- tos traumáticos para la salud mental de estos sectores sociales no ha sido aún evaluada pero es esperable que nos encontremos con mucha patología: depresiones, trastornos de angustia, estrés agudo y post traumático, consumo ries- goso de alcohol y drogas, violencia intrafamiliar. El fondo estructural de esta problemática de salud mental de los migrantes orienta las solu- ciones en primer lugar a una reformulación de las políticas de migración vigentes, fundada en los derechos humanos y en la solidaridad inter- nacional. Desde el punto de vista de la salud mental debe profundizarse un enfoque de interculturalidad que permita dialogar con las distintas concepciones del proceso salud-en- fermedad-atención en cada cultura, conside- rando sus maneras de entender las dolencias, el contagio y sus propias prácticas de sanación y cuidado; al mismo tiempo, debe garantizar el acceso oportuno y de calidad a la red de salud pública. Pueblos indígenas: Los pueblos indígenas han estado invisibilizados en esta pande-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=