Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios
15 Ensayos sobre la pandemia por COVID-19 trastornos mentales, se trata de una subjetivi- dad dañada por un intolerable malestar en la cultura y por condiciones de agobio insoporta- bles (OMS, 2014). Vivimos la llamada “sociedad del endeudamiento” (Moulian, 1998; Lazzarato, 2013), que hace a los ciudadanos prisioneros eternos del servicio extenuante de sus propias deudas y que trae aparejada una subjetividad del agotamiento y la enfermedad, particular- mente la enfermedad mental y el padecimiento psíquico. Con el neoliberalismo se ha logrado producir a escala planetaria una ciudadanía encarcelada en el modelo exitista del empren- dedor, cuya expresión final ha sido la de un “emprendedor de sí mismo” fracasado en su fantasía del escalamiento económico: un sujeto deprimido, multisintomático, desesperanzado, anulado como ciudadano. (Chul-Han, 2016) Chile, primer laboratorio del neoliberalismo en el mundo, es heredero de todos estos proble- mas de salud mental que ha desencadenado desde los años setenta hasta hoy. En la actua- lidad el país presenta elevadas tasas de tras- tornos afectivos y angustiosos, prevalencia creciente de alcoholismo (especialmente en jóvenes y mujeres) y de adicciones a drogas ilícitas; elevadas, aunque estacionarias tasas de suicidio (adultos jóvenes en edad productiva y desocupados, ancianos solitarios y empobre- cidos), etc. (Vicente, 2002; 2016). Hemos sido también una sociedad marcada por el sistema contravalórico impuesto por el mercado: el individualismo, la competitividad, el arribismo, la despolitización de los colectivos sociales, el consumismo y el endeudamiento ilimitado, todo lo cual ha llevado a la enajenación ciuda- dana, a la pérdida de la función transformativa de los actores sociales, a la desmovilización popular y la pérdida del protagonismo histórico (Madariaga, 2018). Todo esto en un contexto de injusticia extrema en la distribución de la riqueza social, de vigencia plena de una consti- tución ilegal dictada en tiempos de la dictadura de Pinochet, que jibarizó el rol del Estado y la Sociedad Civil al mismo tiempo que hipertrofió la hegemonía del Mercado. (Gómez, 2010) Los efectos de la crisis social de octubre 2019 sobre la salud mental de los chilenos La Salud Pública en crisis: Desde los inicios de la democracia tutelada post dictadura, en Chile se viene denunciando la agudización de la crisis de la salud pública a partir de las polí- ticas que determinaron la mercantilización de la enfermedad y el debilitamiento del Servicio Público. Este fenómeno fue agravado con la reforma sanitaria culminada el año 2005, bajo la presidencia de R. Lagos. Este proceso de neoliberalización a fondo del sistema sanitario es lo que está en la base del complejo perfil de la salud mental que hemos descrito. El Plan Nacional de Salud Mental (MINSAL, 2017) cons- truido en el segundo gobierno de M. Bachelet constituyó un esfuerzo progresista, pues se funda en la perspectiva de derechos y propo- ne metodologías de acción de carácter comu- nitario validando la participación de diversos actores sociales. No obstante, permanece parcialmente anclado a un paradigma biomé- dico, limitado en sus posibilidades de desarro- llo por el contexto general de las políticas de salud imperantes, tributarias del mercado y del carácter subsidiario del Estado. Por esta razón no hay aún en Chile una Ley de Salud Mental (como existe en muchos países de la región) y el financiamiento estatal de la salud mental está muy por debajo de la recomendación interna- cional (OMS, 2009; MINSAL, 2017). Sus efectos más dramáticos sobre el proceso salud – enfer- medad (padecimiento) mental – atención son: hegemonía del modelo biomédico por sobre la perspectiva sociopsicobiológica en la red
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