Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios
131 Ensayos sobre la pandemia por COVID-19 vigentes en nuestras sociedades. Miles de niños de familias más pobres o que viven en zonas rurales no tienen acceso a computadoras o teléfonos celulares, impidiendo su acceso a la educación a distancia. Tampoco los maestros de escuelas de las comunidades más pobres están adecuadamente preparados para llevar a cabo prácticas de aprendizaje a distancia. Con las medidas de aislamiento social para enfrentar la pandemia, miles de empleos forma- les se han perdido en las economías latinoame- ricanas. Miles de personas y familias se sumarán a las filas del trabajo informal, sin protección social y/o volvieron a caer en la pobreza y la pobreza extrema de las que habían emergido recientemente, con los programas sociales de los gobiernos progresistas de la primera déca- da del siglo XXI en la región. En los empleos mantenidos, los sueldos fueran reducidos. Las mujeres se ven doblemente afectadas porque son las que pierden más rápidamen- te sus empleos e ingresos, acumulan la doble carga de actividades (trabajo y hogar) y son, con los niños y los ancianos, las víctimas princi- pales de la violencia doméstica que ha estado creciendo en todos los países del continente en estos tiempos de pandemia. Otro problema preocupante es el nutricional, especialmente de los niños de la región. Con la reducción de los ingresos para las familias y la población más pobre, la capacidad de comprar alimentos adecuados se ha reducido conside- rablemente. Esto puede significar que saldre- mos de la epidemia con una población aún más desnutrida, principalmente nuestros niños, incluso privados de comidas escolares. La regulación de la movilidad urbana ha sido otro factor adicional muy discutido en la pandemia. En casi todos los países de la región, el transporte urbano es un servicio públi- co otorgado al sector privado. A pesar de los intentos de regulación, con el mantenimiento obligatorio de la oferta de transporte público en el mismo número que en tiempos norma- les, la ganancia de las compañías privadas de transporte redujo el número de vehículos y el hacinamiento en buses, trenes y otros medios, lo que ha sido una fuente muy importante de contagio en las clases populares. La crisis por la Covid-19 acelerará algunos cambios estructurales, en curso desde la última década. Por ejemplo, las cuarentenas forzosas aumentarán la virtualización de las relaciones económicas y sociales; el teletrabajo prevale- cerá en más industrias y regiones, y la digitali- zación avanzará aún más rápido. En este marco, las empresas más avanzadas tecnológicamen- te, en general grandes empresas y multinacio- nales, aumentarían sus ventajas en relación con las medianas y pequeñas. Además, los largos períodos de cuarentena de los trabajadores fomentarían la inversión en automatización y robótica, con pérdidas adicionales de empleos, particularmente los más sencillos, que emplean las personas más pobres. También es importante no olvidarse de la cues- tión ambiental. Sabemos históricamente, lo que se ha confirmado a través del nuevo enfoque de One Health 20 , que la salud humana, la salud animal y los ecosistemas están profundamen- te entrelazados. La trayectoria epidémica del Sars-CoV-2 puede explicarse por profun- dos desequilibrios ambientales, prácticas de producción y consumo de proteínas animales y hacinamiento poblacional. Sin duda, por su condición de pulmón del mundo, pero también por ser el hábitat natural de miles de virus, preocupa mucho la situación de la Amazonía, que ocupa un área de aproxi- madamente 40% de América del Sur. La región,
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