Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios
108 VIRUS Y SOCIEDAD: HACER DE LA TRAGEDIA SOCIAL, UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIOS un acuerdo con Argentina para la fabricación entre 50 y 100 millones de dosis que se distri- buirán en Latinoamérica 14 . La tercera iniciativa menos conocida es comercializada por CanSino Biologics/Beijing, una vacuna en cuya formula- ción también se utiliza un vector adenoviral no replicativo 15 . Además, el Gobierno ha confirmado que se encuentra “en conversaciones” con la empre- sa Moderna. Por otra parte, se ha anuncia- do además, la creación del centro “Atacama Desert Vaccine Laboratory”, una iniciativa publico-privada que involucra a la Universidad de Antofagasta, la PUC y el IMII y que implica crear capacidades para el envasado, etiqueta- miento y distribución de vacunas en el país. La Universidad de Chile también ha manifestado su intención de formar una alianza público-pri- vada para generar un centro nacional de desa- rrollo y producción de vacunas. Lo que aún no sabemos de estas iniciativas es cómo se coordinan, cuáles son sus alcances y qué intereses están detrás de ellas. Lo claro es que lo que se propone realmente para nuestra población este año (los acuerdos que se nego- cian hoy), es nuestra participación en ensayos clínicos de Fase III que prueben si las propues- tas presentadas más arriba son eficaces y segu- ras, a cambio de un número de dosis que se podrán comprar preferencialmente. Si bien los resultados a los que tenemos acceso son alen- tadores en algunas de ellas, hay que enfatizar que todavía es demasiado pronto para saber si esto es suficiente para garantizar que las vacunas son seguras y que brindan protección de largo plazo contra COVID-19. Por otro lado, resulta incompresible que se instale la idea de que conseguiremos más rápido una vacuna si establecemos las mejores “condiciones” para que estos ensayos se realicen en Chile. Conclusión Por todo lo anterior, consideramos que la incor- poración de nuestro país (de nuestra población) a la experimentación de la vacuna del COVID- 19 debe seguir algunos lineamientos mínimos: 1. El Ministerio de Salud y el Ministerio de Cien- cia, Tecnología e Innovación deben explicar clara y objetivamente la estrategia de estos estudios al público antes de incluir a pacien- tes chilenos en un protocolo en fase III. Asimis- mo, deben hacerse públicos los resultados de los ensayos preclínicos, en fase I y en Fase II y asegurar que los resultados del ensayo clínico en fase III estén a disposición de toda la comu- nidad de manera oportuna y clara, para su análisis crítico. 2. Junto a esto, se deben detallar los estánda- res que se aplicarán para determinar la eficacia, la seguridad, y la protección de los voluntarios que van a participar en estos estudios. El Esta- do debe asegurar respaldo legal a sus ciudada- nos en caso de disputas por efectos adversos en los ensayos clínicos durante el tiempo que indica la actual legislación. 3. Los acuerdos que se lleven a cabo con las farmacéuticas involucradas, en sus facetas políticas, técnicas y económicas, deben ser conocidos con total transparencia por todos los ciudadanos y ciudadanas. Estos acuerdos no pueden ser un trato entre privados, es un deber del Estado hacerse responsable de los protocolos. Introducir pruebas de vacunas en medio de una pandemia exige evaluar y excluir la existencia de “conflictos de interés” de cual- quier tipo, sean estos económicos, políticos o de prestigio. El único interés posible es la salud de toda la población. 4. El Estado debe asegurar el acceso equitativo y oportuno a toda la población a una probable vacuna. Es inaceptable cualquier discrimina- ción en este terreno por razones económicas. El principio rector es que las vacunas son parte de los bienes comunes de la sociedad.
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