Teoría crítica del teatro latinoamericano: una introducción
72 Jaguares amarillos, se acercan y toman al cautivo, lo tienden sobre la piedra del sacrificio e inmolan al Varón de los Queché, al abrirle el pecho. Sucede a la inmolación, un coro y danza que efectúan los asistentes al sacrificio. Rabinal Achí, o Danza del Tun, se inscribe como una obra que tran- sita entre las relaciones de poder de los diferentes líderes, y el sac- rificio humano, rito tradicional en la cultura mayense. En este caso, el sacrificado (Varón de los Queché) es un prisionero de guerra. Por todo esto, su muerte no se consuma puramente como una vengan- za, sino más bien, como ofrenda del sacrificio del prisionero al Sol, al entregar su sangre a los dioses. De esta manera, de acuerdo al planteamiento de Patricia Henríquez, el rito sacrificial consumado contribuye al equilibrio cósmico. Esto se veía también en la guerra florida, cuya finalidad no era “apoderarse de nuevos territorios, ni imponer tributos a los pueblos conquistados, sino procurarse pri- sioneros para sacrificarlos al Sol.” (Caso 2003, citado en Henríquez, 2008, p. 70) Por lo anterior, la muerte no es vista solamente como respuesta a una agresión, afrenta o deshonra, sino que conlleva un sentido simbólico mucho más profundo para la cultura ancestral que pobló parte del actual territorio guatemalteco y mexicano. Lo que vemos en Rabinal Achí es, precisamente, la materialización de una práctica ritual, en la que, al enemigo apresado, se le da un trato honroso y virtuoso, conforme a la sentencia que enfrenta. El lenguaje está cargado de imágenes, metáforas y simbolismos, que aunque pueda resultar monótono actualmente, es propio de la relación con la oralidad en una cultura como la mayense. La obra tiene un altísimo valor discursivo y, por sobre todo, dialógico. La pa- labra, lleva consigo la ideología de quien la pone en discurso. En este
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