Teoría crítica del teatro latinoamericano: una introducción
59 un verdadero honor. Y tal como hoy podemos ver en los deportes el desarrollo de una puesta en escena, en la que sus jugadores se convierten en performers que desarrollan su propuesta frente a un público, lo mismo vemos en este juego: una ceremonia performa- tiva, cargada de elementos simbólicos que van atravesando cada ‘partido’ (el mito de la creación, el honor), convirtiéndolo en un es- pectáculo ‘presentacional’ dispuesto a los sentidos. Dentro de las festividades que podríamos considerar como pre- cursoras del drama o teatro precolombino, por contener un ger- men dramático o conflictual más directo, encontramos la fiesta de Tlacaxipehualiztl (desolladura de hombres) 3 , propia de la cultura tolteca. Esta celebración ritual que combinaba danza y música, ofrecía elementos que consideramos teatrales, como el verdadero ‘pasacalles’ que se generaba con el ‘vía crucis’ de los esclavos por la ciudad. La escena en que los prisioneros eran puestos en una gran roca, donde se les abría el pecho y se les extraía el corazón 4 , para que luego sus cuerpos fuesen lanzados escaleras abajo y sean desollados por un grupo de personas que se vestían con la piel de 3 Esta fiesta, que se ofrecía en honor de Xipe Tótec (Nuestro Señor el Desollado) , deidad de la primavera, la fecundidad y la renovación de la tierra, se desarrollaba en el segundo mes del calendario solar, consistía en el sacrificio de esclavos de guerra, los cuales eran arrastrados por los cabellos hasta los templos donde serían inmolados, luego de haber celebrado la noche anterior una danza de los cautivos. Una vez que los hacían subir las escaleras del templo de manera violenta, los ubicaban en la piedra o roca del sacrificio, para que el sacerdote los golpeara con una roca afilada, hasta abrirles el pecho y extraerles el corazón. El corazón era depositado en una bandeja y ofrecido a los dioses, mientras que la víctima era arrojada escalera abajo, en medio de danzas y cantos, para que algunos ancianos tomaran y desmembraran los cuerpos, repartiendo la piel entre los necesitados en busca de una cura para alguna enfermedad. 4 La escena del sacrificio se repetirá en la obra El Varón de Rabinal. Revisar la última acotación del Acto Cuarto (Cid Pérez & Martí de Cid, 1964, p. 198).
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