Teoría crítica del teatro latinoamericano: una introducción

153 les, pero con un imaginario propio que era (y es) menester hacer emerger por entre los intersticios de la lengua española y las for- mas metropolitanas. Este análisis de la obra de sor Juana no surge de un impulso nostál- gico o de contemplación de museo, sino como un ejercicio político. No se trata de una reivindicación de la persona de la monja solo por el hecho de ser quién es: mujer y latinoamericana (cuestión que es, por lo demás, innegablemente valorable), puesto que, siendo quién es, podría igualmente defender ideas nada interesantes desde el punto de vista ideológico. El ejercicio que aquí se propone es el de revisitar y analizar su obra desde sus repliegues, recovecos y silencios; desde lo que su dis- curso estético plantea y problematiza. Y lo que aquí aparece es la cuestión de la identidad criolla como identidad(es) en emergencia; no porque no existiera antes, sino porque comienza a pensarse a sí misma, a ponerse en palabras, a retratarse, mil y una veces, para ver si logra verse realmente, representada por ella misma y no ya por las palabras de otros, no más verse pintada por ese otro incapaz de reconocerla como un igual. Retratarse a sí misma despojada del exotismo, despojada de este dualismo que tanto le incomoda. “El problema es cómo se hace cargo el artista latinoamericano, des- de su circunstancialidad periférica y dependiente, de esa violencia fundacional” (Moraña, 2010, p. 59). Es necesario que el teatro se pi- ense a sí mismo históricamente, situado en un contexto geopolítico y temporal, consciente no solo de los problemas formales en tanto apariencia estética, sino como discursos estéticos puestos en ac- ción. Revisitar hoy la obra de sor Juana Inés de la Cruz es hacer

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