Teoría crítica del teatro latinoamericano: una introducción

121 los años, un desgaste en la estética común de los artistas que lle- varía al barroco americano a su ocaso. Pero mientras estuvo en su apogeo, el teatro barroco latinoameri- cano vio el surgimiento de Sor Juana, una de las poetisas más im- portantes de la literatura mundial que logrará desmarcarse de sus contemporáneos. Su caso es parecido al de Juan Ruiz de Alarcón: en lo externo es fiel a la fórmula utilizada desde la península, pero en lo interno deja aflorar sus propias ideas y sentimientos. Carac- terizada por la maravillosa utilización del humor en sus comedias y sainetes, tiene claro que el teatro no es solo estética verbal, sino también espectáculo auditivo y visual. En Los empeños de una casa (1683) , una de sus obras más notables que debe su nombre a la pieza de Calderón de la Barca Los empeños de un acaso (1639) , logra volver la trama complicada entre los enredos de los personajes y hace de estos unas creaciones muy agudas con claro sello autoral, incluso viendo en su personaje principal, Leonor, un guiño a la vida person- al de ella misma (Arrom, 1967). Y aunque no hay que confundirse con que esto sea una obra autobiográfica, el solo discurso autobi- ográfico se inserta en el estilo de la autora como una prefiguración “de la identidad social y de la alteridad represiva del interlocutor. El ejemplo de sor Juana es, en este sentido, el más rotundo, porque en ella convergen una actualización precisa del código barroco y una conciencia aguda de la marginalidad” (Moraña, 1998, p. 44). Sor Juana toma su posición de doble subalternidad para posicionarse en su narración desde allí e interpelar al lector y espectador sobre los problemas que esto conlleva, es decir, plantea las interrogantes respecto a la identidad criolla y su posición inferior frente a los col- onizadores españoles, siendo muy consciente del lugar marginado en el que se encuentra, como criolla y como mujer.

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