Teoría crítica del teatro latinoamericano: una introducción

111 co es un arte de la alteridad y del encuentro. En ese sentido, América, continente plagado de diferencias entre sus habitantes y en su histo- ria reciente con la colonización europea, sería un continente intrínsi- camente barroco. La cosmología americana es altamente dual, perono de la contraposición, sino del dualismo complementario. Carpentier da el ejemplodel Popol Vuh odel ChilamBalam , ambos libros sobre los orígenes de la existencia en la cosmología americana, ambos sonmuy barrocos en su poesía y en sus contenidos. La cosmología americana es alegórica por excelencia. La arquitectura azteca también es barroca. Para Alejo Carpentier, América Latina desde siempre ha sido barroca. El barroco europeo al ingresar a América Latina se encontró de golpe con que el barroco ya existía en estas tierras desde siempre, en sus materiales, en sus formas, en sus motivos, en sus paisajes, en todos lados, y al encontrarse con el barroco europeo generan un barroco en su máxima expresión. Además, el barroco americano se nutre aún más con la aparición del criollo, ya que, como hemos di- cho antes, el barroco se engendra en el mestizaje y en la diferencia. Y es en esta diferencia, en que el hombre americano se hace consci- ente de que es una cosa nueva, es un otro anómalo al español, y en esta conciencia de su criollización el barroco crece aún más, ya que el espíritu criollo es un espíritu barroco. Respecto a la diferencia, aquí se insertan dos nociones interesantes por parte deMoraña (2010) para referirse a la recurrencia del barroco: para hablar de “procesos de producción discursiva en los que al menos una de sus instancias difería, en cuanto filiación socio-étnico-cultural, de las otras.” Y cada una de estas instancias sería “internamente heterogénea.” Se recomienda revisar el artículo Mestizaje, transculturación, heterogeneidad publicado en la Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, n°40 (1994).

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