Teoría crítica del teatro latinoamericano: una introducción
107 Y por el otro lado, la categoría de plutonismo opera en el contenido crítico del barroco americano. Plutonismo viene del señor de los infi- ernos, Plutón, que para la cultura romana se refiere al magma ígneo, material predominante del inframundo según el imaginario colecti- vo. El magma posee dos características claves: en su forma fundida tiene un potencial de destrucción muy grande (la lava de las erup- ciones volcánicas); mientras que cuando se enfría tiene la capacidad de unificarse y formar rocas ígneas. El plutonismo sería entonces “‘el fuego originario que rompe los fragmentos y los unifica’, porque con- tiene la ruptura y la unificación de los fragmentos para formar un nuevo orden cultural” ( ibid. , p. 22). Es decir, la capacidad de destruir algo para reformularlo desde los mismos restos dejados. Si dijimos que el barroco europeo fue una de las formas de trans- culturación por excelencia por parte de los colonizadores es- pañoles, pues también lo fue por parte del barroco americano a la inversa. Mediante las categorías de tensión y plutonismo Leza- ma Lima (2013) advierte que el barroco latinoamericano adoptó una política de transculturación hacia el otro lado, apropiándose y metamorfoseando el barroco europeo para subvertir el orden cultural que se venía gestando en territorio americano. Moraña (2010) utiliza el concepto de canibalización para refer- irse a este fenómeno y en este proceso de transculturación/ nalidad de su símbolo”. Símbolo aquí, en su acepción etimológica (en griego: sum-ballein ) significa “poner junto”, “reunir”, “armoni- zar”. Así, el colonizado expresa su dilema cultural a través de la voluntad artística de salvar las contradicciones por la analogía entre elementos religiosos dispares. (Chiampi, 2013, p. 22)
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