Antología Fillke Ketrxan: semillas múltiples
22 Lelikelen N°1 Antología | Fillke Ketrxan: Semillas Múltiples. - Feley- me dijo sonriendo – mapuche ta inche, mi ape- llido es Pindakura pero todos me dicen China. - Inche kafey- respondí y para familiarizar el diálogo pre- gunté – y purrukea con esos bototos? - Purrekeo a pata pelá como debe ser, con estos zapatones hago pogo - me dijo ya retornando a su altura, y tomando aire agregó- es que, como dice el poeta Aniñir yo soy Pun- kie y Mapuche, o sea soy Mapunkie y de La Pintana- Me reí relajado de la genialidad y para ya sentirnos holga- dos en el fogón de la Ruka le pregunté por el nombre de su hijo: - Nawel Evaristo Pindakura- respondió con orgullo. Solte un ¡¡vaya vaya!! De cortesía y me quedó muy en claro el orden donde ponía sus prioridades y el peso de sus razones en la vida. Ah, y no se pregunten porque el purrun se hace descalzo pues esas son cosas que, aunque haya buena respuesta y alguien se tome la enciclopedística gana de ilustrar ex- plicaciones, muchas veces las elaboradas palabras caen en tierra sin abono y es, como se dice firme y roblemente, perder babas. La máquina en movimiento parecía un barco en una mala mar conducida por un capitán ebrio que al final iba dema- siado sobrio. La abundante lluvia no ayudaba con opor- tuna sabiduciencia y los vidrios empañados no permitían ver donde estábamos ni hacia donde ibamos. En medio de ese desbarajuste una secretaria de rodillas trataba de buscar sus tacos por entre medio del tumulto de piernas, pero este se le perdía de las manos en cada vuelta vio- lenta y aparecía sonando en otro lado junto a confuso ruido de botellas y latas de cerveza desparramadas por
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