Cuadernos de Beauchef: ciencia, tecnología y cultura : vol. IV Crisis medioambiental y pandemia

10 Cuadernos de Beauchef con mayor claridad los peligros de ese supuesto progreso fueron, precisamente, apartadas del camino por dicho impetuoso proyecto. Si bien los signos de crisis vienen avisando hace décadas, solo recientemente se ha difundido una voz de alerta general. No obstante la Declaración del Club de Roma en 1972 a los recientes informes del Panel de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, las reacciones han sido lentas, cuando no nulas o incluso contrarias a las evidencias. Las declaraciones y políticas de los presidentes Trump y Bolsonaro son ejemplos de ello. En ese marco se presentó la pandemia del COVID-19, que reveló los peligros de ciertas costumbres del consumo alimentario humano. Pero no nos engañemos. La fauna “exótica” que se vende en los mercados chinos tiene su correlato en la explotación industrial, al modo occidental moderno, de diversos ecosistemas. Sería una inocencia imperdonable, cuando no una falacia, culpar solo a los hábitos de consumo del pueblo chino. Con mayor razón cuando la evidencia científica señala que, mientras más avancen los humanos en territorios vírgenes, existe mayor peligro de que enfermedades de la fauna salvaje afecten a las personas. Problema que no le va en zaga al que se podría presentar a raíz del derretimiento de hielos, en diversas partes del mundo, por efecto del alza de las temperaturas debidas al cambio climático, el cual podría liberar bacterias y virus que yacían congelados. En ambos casos la humanidad está indefensa. Al menos en un primer momento, mientras no se descubran las curas pertinentes. La propia naturaleza y los errores humanos nos despiertan del sueño de Francis Bacon, de la seguridad de que el conocimiento nos daría total potestad sobre la naturaleza. Los sueños de grandeza han devenido en pesadilla. El progreso, ese tipo específico de progreso, quedó en evidencia no solo como peligroso, sino hasta como desadaptativo. Ya no únicamente está en juego la calidad o el nivel de vida, sino la propia supervivencia de la especie humana.