Cuadernos de Beauchef: ciencia, tecnología y cultura : vol. IV Crisis medioambiental y pandemia
Cuadernos de Beauchef 122 El estudio de la natalidad y la fecundidad se basa en la estadística de los nacimientos. Si bien todas las personas tienen que nacer, los nacimientos, como suceso demográfico, solo son experimentados por la población femenina en edad de procrear. No obstante, los nacimientos afectan tanto a la madre como al propio nacido, es decir, el estudio del fenómeno requiere de la consideración de ambos. El nacimiento es un fenómeno repetible para los padres e irrepetible para el nacido. Los cambios en las pautas de fecundidad trascienden lo biológico y se sitúan en el ámbito sociocultural y económico (Bähr, 2004), tal como se verá más adelante. A través de la diferencia entre el número de nacimientos y defunciones se puede obtener el balance de una población en un sistema cerrado (sin inmigraciones ni emigraciones), es decir, el saldo de población correspondiente a su crecimiento “natural”. Dicho saldo podrá corresponder a un “excedente” o un “déficit” de nacimientos o defunciones, según lo cual una población podrá estar caracterizada por: - Altas tasas de natalidad y altas tasas de mortalidad. - Altas tasas de natalidad y bajas tasas de mortalidad. - Bajas tasas de natalidad y bajas tasas de mortalidad. - Bajas tasas de natalidad y altas tasas de mortalidad. Sobre la base del comportamiento de tales tasas y sus combinaciones, Notestein (1945) presentó el Modelo de Transición Demográfica, distinguiendo cinco fases de evolución, según se grafica y describe a continuación.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=