Primer Encuentro de Creación e Investigación: Cruces disciplinarios, problemas y modelos de liminaridad en artes

que los fenómenos encontrados no pudieran ser explicados desde ese dado marco teórico, entonces deben ser descartados como anomalías…con santa paz del señor Popper. O sea, el caso, que de alguna manera rompe la teoría, debe entrar en la teoría. Allí hay un gran tema. Ella habla del error. El error, desde Foucault es un errar, es un divagar, es un buscar, es un caminar. Y evidentemente, en este concepto de teoría crítica que organiza el pregrado, organiza la carrera, en la adecuación y en la búsqueda de perfección de esta teoría crítica, obviamente ahí el errar y el error no existe. Pero el error además es el otro, el error es la apertura al otro, el otro siempre es un error. Para los niños peruanos de la escuela de Recoleta, los niños bolivianos son un error. Obviamente para los chilenos, los niños haitianos son un error también. Entonces, el problema es que nosotros estamos leyendo el error como equivocación. Y esto nos viene de que trabajamos con teorías críticas no cuestionables, o sea, trabajamos desde las carreras. Eso es como esta cosa, este ejercicio físico. Creo que lo propio de una Facultad... o sea, facultad es posibilidad; lo propio de una Facultad es eliminar las carreras. Derechamente. Eliminarla, en cuanto las carreras son canales que están organizados desde una óptica de servicio a una determinada situación de clase en la que el valor no es el valor de uso, no son las necesidades de las personas, sino que el valor económico. Y por lo tanto, régimen de competencia y valores. Y sacamos afuera lo humano de toda esta historia. La centralidad del error, entonces... esto que estamos viviendo nosotros, nosotros todos somos errores, yo soy un error como CIELA para la Facultad. Camilo Rossel en cuanto a músico es un error para el Departamento de Teatro. El taller que ustedes hicieron es ¡un gran error! Hay mucha gente de la Facultad que está muy preocupada de esto, porque son todos errores. Estamos llenos de errores. Pero resulta que no puede haber conocimiento más que en el errar, en el buscar, en el otro. Es el otro el que nos produce una mirada, un contraste de mirada. Claro que esto es tremendamente político. Evidentemente, este encuentro no es sólo un encuentro teórico, disciplinario. Es profundamente indisciplinario. Es decir, el margen de indisciplina que ustedes están asumiendo es profundamente político. Y esto tiene, obviamente, dentro de la Facultad, fuerzas contrarias. Y yo creo que es importante que esto se desmonte, porque muchas veces estas situaciones políticas de no considerar el error y el errar como una práctica del conocimiento, si no hay conocimiento sin error; parece ser evidente. Lo que hay sin error es policía. Entonces, una Facultad que ha funcionado como policía. Claramente, está haciendo estas prácticas académicas, nada más. Público 1: 119 Hola, muchas gracias. Quisiera hacer un pequeño contrapunto, que a lo mejor va a ser ingenuo, pero me imagino que quien quiera tomar la palabra me podrá sacar de esa ingenuidad. Uno no podría sino celebrar todo este tipo de iniciativas, estar de acuerdo, fascinarse con las posibilidades que se dan en esos intersticios, en esas rupturas, en esas correduras de frontera, etc. Sobre todo a nivel de pregrado, porque la Universidad hace tiempo viene estimulando esto entre los académicos, pero no sé hace cuánto a nivel de que efectivamente los estudiantes tengan esas experiencias que los lleven por un camino en este sentido. Perome surgen todo el tiempo las preguntas contrarias que no sé si fueron abordadas, están siendo abordadas, o quizás se piensa que vendrán más adelante. Por ejemplo, da la sensación de que lo disciplinar, a propósito de lo que decía Camilo, que los problemas disciplinares ya no tuvieran la misma validez, la misma... como que necesitan estar en vínculo para validarse de alguna manera. Y también me surgió, también se me vino Rancière a la cabeza con esto de que a veces la distancia cuando se intenta superar se crea. Entonces, también yo digo, quizás un estudiante de teoría, puede tener todo el derecho a resistirse a revolcarse por el piso, a cantar... ¿no? Digamos, yo entré a una carrera de teoría, quiero leer, quiero escribir, quiero investigar. Y en ese sentido veo también dos peligros, la posibilidad del adelgazamiento de la reflexión en el caso de la teoría, y el peligro de someter al arte a un régimen que no le es propio, como el de la investigación... es decir, pedirle al arte que empiece a tener rendimientos que no necesariamente debiera tener. Por eso digo que puede ser un poco ingenuo, porque no sé si esto ha sido abordado, se va pensando en paralelo, o quizás simplemente por una cuestión política no es el momento todavía de pensar esos problemas. Eso. 157 Arte, educación y transversalidad - Bloque 5

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