Primer Encuentro de Creación e Investigación: Cruces disciplinarios, problemas y modelos de liminaridad en artes
pudimos realizar un primer encuentro sobre “Diá- logos entre artes escénicas y educación” que nos sirvió como una provocación para poder estable- cer un parámetro de discusión nacional respecto de la problemática de cómo se comprende la for- mación escénica, o la formación teatral, en una lógica no institucionalizada en ese momento, res- pecto de lo que ocurría a nivel escolar, pero tam- bién en espacios no formales de educación . A par- tir de eso, o en ese mismo contexto, convocamos por iniciativa de Héctor -a la que yo me plegué- a estudiantes que en ese momento estaban termi- nando la Licenciatura en Actuación Teatral, para realizar un proyecto de mediación teatral-social, teatral-educativa. Cuando me incorporo, la idea fue diseñar una metodología de trabajo planteando una pregunta, que era más bien trabajar laborato- rios teatrales indagando específicamente en pro- cesos de metacognición al interior del laboratorio teatral, que permitía después generar secuencias didácticas teatrales para apoyar la enseñanza del teatro en contextos educativos formales y no for- males. Para nosotros fue un desafío justamente porque estábamos trabajando con gente que no tenía for- mación pedagógica, para llevarlos a procesos de metacognición y que las mismas personas que no tenían formación pedagógica pudieran ser capa- ces también de elaborar secuencias didácticas, que es un tipo de documento con ciertas condi- ciones técnicas súper específicas dentro del ám- bito pedagógico. Para eso contamos con apoyo de académicos de las facultades de la Universidad Alberto Hurtado y la Universidad Católica que nos apoyaron en la elaboración del material. Lo intere- sante del proceso -donde el énfasis estuvo pues- to- partió en establecer laboratorios de actuación, voz, movimiento y diseño, y en el laboratorio poner atención en las acciones, en las actividades, en qué se activaba en cada uno de los investigadores a la hora de crear. Dónde estaban las acciones, la vinculación entre la actividad y el aprendizaje: qué aprendí, a través de qué mecanismos lo aprendí, a través de qué actividades lo aprendí. Y una vez que armábamos esa estructura, empezábamos a decir: cómo esto, yo lo plasmo en una secuencia de acti- vidades que permita a otro, que no soy yo, enseñar. Asumíamos que el desafío era entrar a dialogar con la escuela. Y para nosotros también era un pie forzado, porque no pretendíamos que la escuela se adecuara a un discurso ajeno a la escuela -yo trabajé durante mucho tiempo en el Ministerio de Educación, y sabemos las condiciones en las que están las escuelas hoy día, es muy difícil que se adapten a cosas que son extra-escolares porque lo escolar está altamente demandado-. Había que dialogar en lenguaje escolar para poder entrar en esa lógica, para que nos pudieran abrir la puerta a las actividades que nosotros estábamos propo- niendo. Y por eso decidimos trabajar en un tipo de material que es la secuencia didáctica, que es un material que el profesor puede leer fácilmente. Y eso lo testeamos con profesores y en talleres que realizamos en distintos colegios, tanto en Santia- go como en regiones. Guiado por los actores, que estaban asumiendo la tarea de hacer clases en contextos educativos formales y no formales. Y ese fue el proceso que se desarrolló a través del proyecto Bicentenario. Como dice bien Héctor, ter- minó en un libro donde se plasmaron las reflexio- nes de varios de los participantes. Y después, en secuencias didácticas para el trabajo vocal, acto- ral, visual y corporal en diálogo con aprendizajes de otros subsectores del currículum nacional. Ese fue el material que nosotros fuimos a probar después. Lo probamos en Chillán, en Concepción, en Santiago y en Temuco. Y logramos transformar también a varios de los participantes en talleris- tas. Es importante tener en cuenta ahí, bueno, es- tá la presencia de Gabriela acá, porque a partir de este trabajo también pudo desarrollar un proceso de investigación independiente que también está vinculado en cierta medida al núcleo. Personas como Bárbara Bodelón que también trabajó con nosotros, que ya está vinculándose con el área de psicología. Josefina Cerda que trabajó el taller de visualidad. Christiane (no se entiende 52:12) 92 que trabajó el tema corporalidad. Es decir, un punto importante de estudiantes que fue ampliando la manera de vincularse con el trabajo teatral, pero desde una mirada pedagógica que para nosotros es relevante. En otras palabras, no instalar la pe- dagogía como un problema de otros, sino que es un problema de la disciplina. La disciplina piensa la manera en la que tiene que ser enseñada. Y ese es un desafío sobre el que nosotros nos hemos ins- talado. Eso. Catalina Villanueva: Hola, buenos días. Primero que nada, agradecer el poder estar acá. Yo les voy a contar un poco, siguiendo con la historia del núcleo, acerca de este libro que es un Cuadernillo de mediación 92. Posterior consulta a Paulo Olivares nos indica que posiblemente lo que debiera decir ahí es “Díaz”, en relación al apellido de la profesora. 131 Arte, educación y transversalidad - Bloque 5
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