Primer Encuentro de Creación e Investigación: Cruces disciplinarios, problemas y modelos de liminaridad en artes

Folclóricos, como se llamó, se concentró principalmente en un objeto de estudio que es definible como cultura inmaterial, es decir, paremiología, que es los refranes, leyendas, poesía, música, bailes. Rodolfo Lenz elaboró un programa de trabajo y en ese programa de trabajo tiene un lugar bastante menor lo que se llama cultura material. Es decir, todas las producciones materiales, plásticas o estético-plásticas desarrolladas, o, mejor dicho, que eran producidas en contextos de oficios tradicionales. Y ahí se pueden encontrar desde juguetes hasta sombreros de fibra vegetal tejida, o en general fibra vegetal tejida, textiles, alfarería. Pero, no se estudió en los términos en que, años después, se empezó a estudiar a partir del trabajo de Tomás Lagos. Por eso, una de nuestras hipótesis es que Tomás Lagos formó los estudios de arte popular en Chile. Y, además contribuyó a la formación de los estudios de arte popular en Latinoamérica, evidentemente, en ese sentido el concepto de “estudios de arte popular” es bien clave. Entonces, bueno, por supuesto que se formó una colección entre tanto, entre 1909 y 1927-28, antes ya se había formado una colección de, justamente, cultura material. Es decir, objetos producidos en comunidades en las cuales subsistían oficios tradicionales y objetos que eran definidos como, primero, no indígenas, es decir, no objeto de arqueología y, por otro lado, no objetos traídos de Europa, es decir, producidos por comunidades criollas o mestizas, criollas principalmente. La cosa es muy compleja porque, por ejemplo, la cultura mapuche es contemporánea del arte popular. Hay otras culturas indígenas que no son contemporáneas del arte popular. La cultura mapuche sí. Todas esas cuestiones Tomás Lagos las tuvo en cuenta cuando armó, digamos, el Museo. Entonces, la principal diferencia entre lo que se llama folclor y los estudios de arte popular, pasa por ahí. Los estudios de arte popular se enfocan en lo que normalmente se llama la ergología, es decir, todos los productos del trabajo, por así decir, físico. Ahora bien, esa diferencia, sin embargo, es una diferencia teórica, o crítica, que te permite establecer campos de estudio, objetos de estudio, metodologías, bibliografías, incluso genealogías para los mismos estudios porque el folclor, como estudios folclóricos, universalmente, y de hecho la primera vez que se usó la palabra folclor en un sentido específico fue en 1846, en Inglaterra, y justamente lo que definía la palabra folclor, que está formada por dos concepto: folk, que es pueblo, y lora, que quiere decir saber, sabiduría. Es el saber del pueblo. En conjunto con otros conceptos que ya circulaban, o que más o menos coetáneamente circulaban, como folk kunst, como ‘arte del pueblo’, o folk literature, que son conceptos que vienen de la filología alemana principalmente, y que contribuyeron a la formación consistentes de los estudios folclóricos o de folclore entre 1846, que fue el año en que se publicó una carta donde estaba el término, y el siglo XX. Ahora, entre tanto, hubo congresos, hubo desarrollo, hubo mucha literatura escrita, pero mayormente el modelo era filológico y lingüístico. Una de las particularidades del trabajo de Tomás Lagos es que sustituyó, o sea, el modelo filológico es muy importante en la historia del arte, pero aquí es más que un modelo, la filología, daba forma al objeto de estudio, y Lagos sustituyó, por así decir, la filología, que está articulada con la lingüística, principalmente, y con la literatura, y por lo tanto con el lenguaje hablado y escrito, por el estudio estético de las formas. O el estudio de las formas en términos estéticos. Por eso es tan importante, también, una corriente historiográfica que se formó hacia finales del siglo XIX y que tuvo, digamos, mucha presencia en el siglo XX, y que yo diría que actualmente hay una cierta recuperación de ella, que es lo que se llama el formalismo. Entonces, que piensa la obra como una estructura formal. Ahora, evidentemente que es muy importante, tanto el folclor, los estudios folclóricos, como los estudios de arte popular. La idea es no confundirlos, pero forman parte del mismo núcleo, porque son las mismas comunidades, originarias, o las comunidades que producen, qué se yo, música, practican bailes, generan fiestas o situaciones donde se materializa la religiosidad popular y que están asociadas con objetos que se producen para esas circunstancias específicas o, que tienen otros recorridos en estos contextos culturales. Pero, una cosa no niega la otra, ¿te fijas? Pero son dos objetos de estudio diferentes. Incluso el propio Lagos, en algún momento, se lo nombró, y se usaba mucho un término que es un poco ridículo, que es el término del ‘folclorólogo’. Que no es otra cosa que un estudioso del folclor, o sea, no es un ‘folclorógrafo’ pero que es ‘folclorólogo’, porque no existe el mismo concepto para la cultura material. A menos que se hable de ergología. Pero un ergorólogo resulta ya absolutamente raro, ¿no? 119 Arte y memoria y tecnología - Bloque 4

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