Gobernanza y protección de derechos civiles y políticos en contexto de Pandemia COVID-19

50% de la población; en el plano familiar son las responsables principales de las labores domésticas y de cuidado sin reconocimiento social ni eco- nómico. Paralelamente a todo esto se agrega que son víctimas de violen- cia callejera y doméstica, situándose así en una posición de desventaja y vulnerabilidad tanto en el ámbito público como en el privado. La pérdida de empleos producto de la pandemia ha afectado a hom- bres y mujeres, sin embargo, dada la sobrecarga de trabajo doméstico y de cuidado, la inexistencia de corresponsabilidad y la imposibilidad de gestionar el trabajo remunerado con las tareas de la casa y de los hijos, un 88% de las mujeres que perdieron el empleo no lo están buscando nuevamente según información de ComunidadMujer (2020), en un año donde la pérdida de puestos de trabajo ha afectado considerablemente más a las mujeres. La pandemia mostró con crudeza la indefensión en que se encuentran al- rededor de las 130.000 mujeres que actualmente se desempeñan como trabajadoras de casa particular. Muchas de ellas fueron despedidas y te- niendo o no contrato de trabajo, no pudieron recibir el subsidio de cesan- tía y tampoco fueron beneficiarias del Fondo Solidario que sirvió a otros trabajadores a aminorar los efectos de la cesantía. Esta situación las dejó en una situación de pobreza extrema junto a sus hijos, lo que obligó a mu- chas a realizar trabajos informales o a dedicarse al comercio ambulante asumiendo el riesgo sanitario que esto conlleva. El confinamiento al que ha obligado la pandemia ha sacado a lo público la desigualdad en que desarrollan sus vidas las mujeres en los espacios privados. Aquellas que cuentan con pareja estable y que han conserva- do sus empleos, han tenido que asumir una doble jornada de trabajo, ya que son ellas quienes se hacen cargo de la mayor parte de las tareas domésticas y de los cuidados, así como también son ellas quienes han debido apoyar los hijos/as en sus labores escolares Para las mujeres jefas de hogar -que representan el 42% del total en Chile- la situación es más compleja, ya que han tenido que hacerse cargo solas de las labores do- mésticas, de cuidado y educativas de los niños, además de sus trabajos remunerados o de las labores que les permiten generar ingresos. Por otra parte, las trabajadoras de la salud -que representan el 73% del total de los trabajadores de aquel sector- han tenido una sobrecarga aún mayor a raíz de los turnos que tienen que cumplir, debiendo optar en algunos casos por sacar a sus hijos fuera de la casa por la necesidad de cuidados .66. POSITION PAPER N°2 LORETO REBOLLEDO Directora del Instituto de Comunicación e Imagen.

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