Gobernanza y protección de derechos civiles y políticos en contexto de Pandemia COVID-19

estatal en el cuidado de niños y enfermos y una participación igualitaria en el plebiscito del 2020: uno de los mayores logros del estallido social de octubre, la pandemia llevó al gobierno a decretar el estado de emer- gencia y el confinamiento de los barrios del sector oriente de Santiago, donde se concentraban los contagios. Sin embargo, la prohibición de no salir de esos barrios, donde reside la gente con mejor situación so- cioeconómica de la ciudad, no fue acompañada de la prohibición de que trabajadores diversos y trabajadoras de casa particular se desplazaran a trabajar a esos barrios, impulsando la dispersión de la pandemia entre la ciudad, colapsando los hospitales y causando miles de muertos. Se hizo evidente así otra dimensión de la desigualdad social y económica, la que se resume en el rayado de un muro de una calle del sector sur poniente: “los ricos ponen el virus y los pobres ponen los muertos”. MUJERES EN PANDEMIA: LA NECESIDAD DE INCLUIR UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO Más allá de los devastadores resultados de la dispersión de la pandemia en términos sanitarios y económicos, donde nuevamente han sido los ha- bitantes de las comunas con población más vulnerable las que se han lle- vado la peor parte, parece importante hacer algunos alcances desde una perspectiva de género, ya que una mirada más profunda que se detiene en los efectos diferenciales que ha tenido la pandemia para hombres y mujeres muestra que han sido ellas las que han soportado las situaciones más adversas, situación explicada por una desigualdad de base anclada en factores socioculturales que no han logrado resolverse pese a décadas de movilizaciones y la firma de acuerdos y tratados internacionales. Al entender la desigualdad en un sentido amplio que considere lo econó- mico, lo social y sus manifestaciones en la vida cotidiana, afloran elemen- tos que condicionan la vida de hombres y mujeres evidenciando diversas desventajas e inequidades que no tienen más sustento que el ser resulta- do de una construcción cultural. Bajo esta lógica las vidas de las mujeres se desenvuelven en un entorno más desfavorable que el de los varones en diversos ámbitos; por ejemplo, en el plano laboral las mujeres se emplean en sectores feminizados del mercado de trabajo que se caracterizan por ser menos productivos, más precarizados y con salarios más bajos; en el plano político, tienen menor participación y representación pese a ser el .65. CONFIANZA EN LAS AUTORIDADES LORETO REBOLLEDO Directora del Instituto de Comunicación e Imagen.

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