Gobernanza y protección de derechos civiles y políticos en contexto de Pandemia COVID-19

LA CRISIS POLÍTICA Y EL PROCESO CONSTITUYENTE El reciente estallido social ha puesto en evidencia el elevado descontento con la desigualdad social, elaborando un llamado la atención con res- pecto a la crisis de representación política a la que nos hemos referido. Una materia que muy probablemente requiere un mayor análisis es que la movilización en sus diversas expresiones revela la muy extendida dis- tancia y rechazo hacia la autoridad y sus símbolos en sectores juveniles. Paralelamente, la duración de las protestas da cuenta también de la pre- caria capacidad del gobierno para mantener el orden público (Morales, 2020; Varas, 2017; Somma et al., 2020). En este plano se plantea el debate respecto de la nueva Constitución y sus efectos respecto de la igualdad social. Han sido constantes las alu- siones de sectores de la derecha en torno a que una nueva Constitución no resolverá las desigualdades existentes en el país, o a que el proceso constituyente mantendrá al país en vilo por más de un año, poniendo en riesgo la inversión, el empleo y el progreso económico (Agüero, 2020). Por otra parte, también se ha dicho que sin una nueva Constitución será imposible dar respuesta satisfactoria a la demanda social contra abusos y desprotección social (Heiss, 2020). Tanto el abordaje de las desigual- dades y el resguardo del progreso económico requieren necesariamente de una problematización de la crisis política actual, ante lo cual el proce- so constituyente abre un camino para una deliberación resolutiva. La aceptación de la Constitución de 1980 por parte de la oposición al go- bierno de Pinochet constituyó un caso entre muchos en que un conflicto político y social se aborda mediante acuerdos políticos en que una parte acepta limitaciones a la competencia política y a la plena expresión de las mayorías. Cuando dichas estructuras institucionales se prolongan en el tiempo más allá de la necesidad que les dio origen, dan lugar a nuevas crisis y conflictos. En consecuencia, la discusión política abierta sobre la nueva Constitución debe entenderse como un paso en el camino adecua- do al representar una deliberación colectiva de la que surgirán nuevos mecanismos de distribución del poder y de participación política. Más allá de las reglas que la propia Convención se fije, la falta de acuer- dos respecto de una nueva Constitución afectará a todos los sectores po- líticos, ya sean conservadores o reformistas o incluso revolucionarios. La convención constituyente como proceso fundacional se legitimará en la .39. LA CRISIS DE GOBERNANZA EN EL CHILE ACTUAL Y LOS CAMBIOS A LA DEMOCRACIA HUGO FRÜHLING Director del Instituto de Asuntos Públicos.

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