Gobernanza y protección de derechos civiles y políticos en contexto de Pandemia COVID-19
habían apoyado a la dictadura, pero también a las que pertenecían a la Concertación de Partidos por la Democracia (Siavellis, 2009). Entre ellas se encontraban el monopolio de la selección de candidatos por parte de la dirigencia partidaria y la dominación de partidos con decreciente apo- yo popular en la política (Luna & Altman 2011), políticas públicas dise- ñadas mediante acuerdos elitistas que no se gestaban en el Congreso y que promulgaban la mantención del modelo económico heredado de la dictadura. Si bien muchas de esas prácticas son consecuencia de instituciones crea- das bajo dictadura, como el sistema binominal, se desarrollaron, consoli- daron y practicaron con entusiasmo bajo democracia. Un correlato nece- sario de estas prácticas políticas fue la existencia de buenas condiciones de la economía mundial, que unidas a la mantención del orden social produjeron altas tasas de crecimiento y un mejoramiento sustantivo de los índices sociales. Cuando esas condiciones económicas empeoraron los signos de deterioro político se comenzaron a manifestar en toda su crudeza (Marshall 2020). Las encuestas muestran un sostenido apoyo a la democracia como el mejor régimen político. Sin embargo, durante todo el siglo XXI ha exis- tido paralelamente una mayoritaria percepción de insatisfacción con el funcionamiento de la democracia que llegó casi al 80% el 2016, según la encuesta Latinobarómetro (2016). La encuesta CEP (2018) que for- mulaba la misma pregunta, introdujo la alternativa “satisfacción regular” mientras por otra parte elaboró la última medición con posterioridad al llamado estallido social. Sus resultados son una disminución creciente del ya minoritario porcentaje de las personas que se consideran satis- fechas con el funcionamiento de la democracia y su reemplazo por un porcentaje en aumento que indica que su grado de satisfacción es solo regular; su última medición refleja un ínfimo grado de satisfacción con la democracia. La insatisfacción con el funcionamiento de la democracia obedece en parte a las prácticas políticas a las que se ha hecho referencia. Sin em- bargo, también tiene como trasfondo las políticas económicas y sociales seguidas durante el período. Con respecto a esto es posible identificar un periodo breve (2008-2010) en el que la tendencia se revierte brus- camente como consecuencia de la valoración positiva a las políticas sociales seguidas por el primer gobierno de la presidenta Bachelet, en .35. LA CRISIS DE GOBERNANZA EN EL CHILE ACTUAL Y LOS CAMBIOS A LA DEMOCRACIA HUGO FRÜHLING Director del Instituto de Asuntos Públicos.
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