Gobernanza y protección de derechos civiles y políticos en contexto de Pandemia COVID-19

muy importante de su Producto Interno Bruto, y sin duda, que al quedar desempleados muchas de las personas, esas remesas no van a continuar fluyendo. La Secretaría General ha propuesto soluciones como la reduc- ción de la deuda, la ampliación del financiamiento por conducto del FMI y el aumento de las contribuciones al fondo humanitario mundial, pero estas medidas no excluyen otras que también podrían adaptarse. Los go- biernos, el sector público y el privado, y las organizaciones nacionales e internacionales, deberían intercambiar prácticas idóneas con miras a atenuar las repercusiones socioeconómicas negativas de esta crisis. En esta etapa y también en la segunda fase cuando venga la etapa de la recuperación, existe una imperiosa necesidad de respetar los derechos civiles y políticos. Sabemos que muchos gobiernos del mundo afrontan divisiones difíciles, y que medidas de urgencia son necesarias para res- ponder a esta emergencia de salud pública, sin embargo, la crisis no es un cheque en banco para no hacer caso en materia de obligaciones de Derechos Humanos. Las medidas de emergencia que se apliquen deben ser las indispensables y proporcionales para satisfacer esa necesidad. La población debe recibir toda la información posible acerca de esas medi- das, y saber por cuánto tiempo estarán vigentes. Los gobiernos deben estar informando frecuentemente por cuánto tiempo más se prolongan ciertas medidas. Me inquieta que algunos gobiernos nacionales tengan asumidos poderes de emergencia sin fecha de término, así como las me- didas adoptadas con el fin de limitar la libertad de prensa y expresión. Hay un número muy importante de países en todas las regiones que han utilizado mecanismos y han pasado leyes con objetivo de combatir las “fake news”, sin embargo, lo han hecho de una manera tal que en el fondo han contribuido a la disminución del espacio civil y de la libertad de expresión. Hay países donde los periodistas han sido castigados por informar acerca de la carencia de mascarillas, trabajadores de la salud amonestados por decir que no disponen de suficiente protección, y ciu- dadanos comunes y corrientes, arrestados por publicar en redes sociales comentarios relativos a la pandemia. No olvidemos, la crítica no es delito. En términos de las violaciones a Derechos Humanos, lo que hemos visto en algunos países es que a veces ha habido exceso de abuso de la fuerza, al tratar de hacer cumplir las medidas de confinamiento o de toque de queda. Nosotros hemos recomendado que la gente no sea detenida por- que han pasado el toque de queda, lo que podría ser una medida contra- producente si uno piensa en prisiones o comisarías abarrotadas de gente .20. POSITION PAPER N°2 MICHELLE BACHELET JERIA Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

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