Re-vision del cine chileno
8. Que sostenemos que las formas de producción tradl. cionales son un muro de contención para los Jóvenes cineastas y en definitiva implican una clara depen– dencia cultural ya que dichas técnicas provienen de estéticas extrañas a la Idiosincrasia de nuestros pueblos. A una técnica sin sentido oponemos la voluntad de búsqueda de un lenguaje propio que nace de la in. mersión del cineasta en la lucha de clases, enfren– tamiento que genera formas culturales propias. 9. Que sostenemos que un cine con estos objetivos implica necesariamente una ewaluación crítica dis– tinta, afirmamos que el gran crítico de un filme revo. lucionario es el pueblo al cual va dirigido, quien no necesita 'mediadores que lo defiendan y lo interpre– ten'. 10. Que no existen filmes revolucionarios en sí. Que és– tos adquieren categoría de tales en el contacto de la obra con su público y principalmente en su reper– cusión como agente activador de una acción revof u. cionarla. 11 . Que el cine es un derecho del pueblo y como tal de– berán buscarse las formas apropiadas para que éste llegue a todos los chilenos. 12. Que los medios de producción deberán estar al al– cance por igual de todos los trabajadores del cine y que en este sentido no existen derechos adquiridos. sino que por el contrario, en el gobierno popular. la expresión no será un privilegio de pocos sino el de– recho irrenunciable de un pueblo que ha emprendido el camino de su definitiva Independencia. 13. Que un pueblo que tiene cultura es un pueblo que lucha, res iste y se libera. CINEASTAS CHILENOS. VENCEREMOS". Los acontecimientos poi íticos del 11 de sept'embre de 1973 detienen la producción de cine nacional. Gran parte de los realizadores y técnicos activos abandona el país, 44
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