Re-vision del cine chileno

1. La ubicación espacial de los personajes y objetos en el cuadro está al servicio de una expresividad mante– nida en contrapunto con los textos. sean ellos diálogos o monólogos de reflexión. Algunas notables escenas lo demuestran, como aquella en que José Donoso -sentado en el suelo a los pies de su ,padre- le reprocha haberlo marginado cuando era joven; ante esa firmación el ancla– no pretende negarla con palabras, pero no sólo es traicio– nado por sus contradicciones verbales, sino por su ubica– ción patriarcal en el sillón , que contrasta con la posición Informal y casi infantil del escritor. 2. Si la puesta en cámara pretende crear una circunstancia muy definida en torno a lo que se dice, la banda sonora cumple un papel de censor de la palabra. Cada vez que los coloqu ios o monólogos pierden su sentido comunicati– vo son eliminados por superposición de la música. Flores otorga de este modo únicamente a la imagen la pos ibili– dad de expresarse. privilegiando los gestos de los perso– najes ubicados en lugares geográficos determinados y muy acordes con la finalidad de la película. La posición de Carlos Flores, muy vital desde el punto de vista del lenguaje cinematográfico, propone un campo nuevo a los documentalistas chilenos que es interesante por cuanto, rompiendo con la utl·Jlzaclón convencional de los recursos cinematográficos, procura desmitificar simul– táneamente el mundo del protagonista y el propio. 376

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