Re-vision del cine chileno

por sí, la cámara aumenta el patetismo recorriendo e In. vestlgando todos los detalles con un evidente propósito de repugnar al espectador. Es decir, la cámara abandona su posición objetiva para asumir la acusadora. En otra es– cena, por ejemplo, se acerca a los personajes, los rodea y en cierto modo -como ocurre con un borracho que al tratar de levantarse cae en la cama-- los -acosa en bús· queda de gestos que expresen dolor. enfermedad y humi– llación. Con este mismo criterio los borrachos son bus– cados en las botillerías con panorámicas y zoom-In. au. mentando su degradación. Estando la cámara al servicio absoluto de un lenguaje cinematográfico respetuoso del ritmo de la realidad, sólo en dos oportunidades (escena de los burgueses de la se– cuencia 1 y escena del trabajador que disfruta de su tra– bajo y su familia en la secuencia 6) abandona esa función para representar la puesta en escena. SI bien el montaje es quien en última instancia marca la oposición, la cáma– ra en ambos momentos trata de hacer suyo el sentido in– terno de la puesta en escena. Para el primer caso la cá– mara es movediza, parece bailar, Integrándose cual un participante más en la diversión frívola; en el breve pla– no del refrigerador, por ejemplo, parece introducirse --co. mo personaje- para sacar una botella de cerveza. Lo mismo ocurre en la escena del trabajador; la cáma– ra -comprometida- ubica los rostros, los rodea con sua– vidad y los explora tranquilamente, como denotando la ate. gría del momento ganada por la responsabilidad del Jefe del hogar. La fotografía expresa en los planos de los burgueses un estilo sof istlcado, de fuertes sombras y luces, muy contrastado; el encuadre busca la alusión a la fotografía publicitaría; la primera imagen muestra en primer plano una botella de champaña Junto a una copa, ambos objetos apoyados en el suelo: simultáneamente aparece por atrás un lujoso automóvil que frena Justo a tiempo. La fotogra. fía del trabajador, en cambio, es pareja, de tonos suaves y sin contrastes fuertes al Interior de la escena. Es, cler- 292