Re-vision del cine chileno

hombre. la cámara enfrenta estos mismos elementos en forma distinta para determinar los tres momentos del día: 1. Amanecer. Presentación de cada elemento aislado con respecto a otros. la relac:ón entre ellos descansa so– lamente en el montaje. 2. Mediodía. A la relación de yuxtaposición se agrega la relación de los elementos dentro de un mismo plano. Por ejemplo, el agua y el molino. El r itmo llega a su mayor grado de lntensldad. 3. Atardecer. Los elementos vuelven a ser tratados en forma aislada. Nuevamente el montaje se encarga de establecer la relación. Si bien en la secuencia del mediodía no se distingue dentro del cuadro un signo concreto que la identifique, como es el sol naciente en el amanecer y la puesta de sol en el atardecer. éste es reconocido por una clara equi– valencia de intensidad rítmica. Al cambio de ritmo Inter– no se suma una fotografía iluminada en todas sus partes y el plano general para mostrar la totalidad de la herrería entre las llamas. sugiriéndose el calor como un elemento más del mediodía. Otro mecanismo es la variación de an. gulaclón de la cámara con respecto de las secuencias an– teriores . Ahora se ubica en picado, cortando a los suje– tos al nivel de la cintura, lo que permite observar su som. bra proyectada en forma cenital sobre la tierra, elemento ciertamente característico del mediodía. En la puesta en cámara se distingue la fuerza signifi– cativa del lenguaje cinematográfico a través de una foto. grafía y una composición del cuadro notablemente elabo– rados. Las líneas verticales y diagonales. sólidamente re– lacionadas en la sucesión de planos. contribuyen con sen. tido arquitectónico a la organización de la estructura vi– sual. La cámara colocada en e1 trípode (só!o se realizan tres movimientos de cámara descriptivos en el filme), plantea como proposic ión cinematográfica una relación contemplativa ante la realidad: su sentido se entiende co– mo un esfuerzo por evitar la manipulación externa. 262

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