Re-vision del cine chileno

yen la Imagen más fuerte y sintética de una realidad. Glambastlani echó a rodar la cámara ante el mineral y registró ecclones vivas y expresivas. "Recuerdos del Mlneral 'El Teniente' " alcanza a dar una visión de un universo. El de un grupo de gente de distinta clase que en un centro de producción minera ubicado en la cordillera trabaja , produce obras de envergadura, vive de una determinada manera y enfrenta contradicciones. Está expresado en la imagen. la versión sonora agrega a ella música y texto. Música, con la Intención de hacer de la pellcula un espectáculo atractivo y texto. en el sentido de guiar al espectador para obtener una sola lectura de la Imagen. la favorable a la compañia americana. Este pa. ternalismo es contradictorio con la forma de la pelicula que. muda. permite una lectura personal amplia de las proyecciones contenidas en la imagen y desde luego mu– cho más rica que la propuesta por el texto de Raúl Alear. di. Mientras la imagen expone. por ejemplo, la forma y las condiciones en que los obreros y ejecutivos realizan su trabajo. el texto habla de "el sueño de William Braden" que para los niños (con sus espaldas cargadas) debió ser una pesadilla que desmiente el "trabajan con humor, por– que miran confiados el porvenir". El texto. además, subestima las imágenes de Giambas– tlanl al pretender hacerlas Interesantes mediante el co– mentarlo. No consigue más que resaltar su propia pobreza. Por ejemplo: en un plano se ve entrar a un obrero que corre a ubicarse frente a la cámara Junto a sus compañe– ros. El texto dice: "Perdón, no sabemos el nombre de este diligente amfgo", y en otro plano de un obrero que lleva un paquete debajo del brazo el texto dice: "Perdón. y ese paquete, ¿qué contiene?" Es evidente que nadie sabe el nombre del diligente amigo ni el contenido del paquete y que lo interesante es Justamente eso. MI-entras el montaje valora las imágenes, el texto lo subvalora y de esa manera deja en claro su desnivel con respecto a la calidad del trabajo de Glembastlanl y al prudente montaje de Kaulen y MartoreU. 232