Re-vision del cine chileno
se Introduce como un participante que si bien llO golpea. se Identifica con la situación. Es, por sobre todo, una cá– mara violenta, tal como el hecho y tal como aquello en que el sacerdote no cree. la cámara no esconde ningún golpe, por el contrarío, los busca y va con ellos; así. casi al término de la lucha, se ubica a la altura del brazo del matón. tenléndolo en un plano medio cercano al Padre Jaime, acompaña el golpe, hace sentir su fuerza y su velocidad; es un observador enviolentado, un ojo violento. Cuando la lucha cesa la cámara vuelve a su quietud, se Instala atrás dejando que el sacerdote reciba ayuda, de. mostrando a su vez que no entiende y que comienza a desesperarse; deja entonces que la acción del sacerdote, la acción de recibir ayuda, de darla, de sentirse golpeado, frustrado, se explaye... y signifique por sí misma. SI bien en esta escena la cámara --en mano y violen– ta- en nada se parece a su uso en la totalidad del filme en un sentido formal no deja de ser consecuente por su atadura con respecto a la '1CCión. Jaime es un hombre que actúa, pero como un sacerdote. como alguien que cree en Dios, en el hombre. en las cosas, en la sinceridad; la cámara en cierta forma se le parece. tanto por su quietud como por su selección de elementos significativos; sin embargo, cuando el sacerdote se enfrenta a la violencia, cuando ella aparece y lo ataca, la cámara también Inicia la acción, junto a su compañero. Por eHo. ante una acción desequil!brada, la cámara (al parecerse a Jaime) no sufre un quiebre, sino una subida con la acción mlsma; si se quedara atrás ciertamente la acción -Importante para el proceso del sacerdote- quedaría sólo como un hecho de lucha, un pugilato más; aquí se registra como una situa. ción vital sufrida por el sacerdote en crisis. Esta relación cámara.acción es la base de la coherencia general de lenguaje cinematográfico de "Ya no basta con rezar". 179'
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