Re-vision del cine chileno

conversación, no se detiene en ello, parece entender que lo dicho es Igual a lo conversado en cenas anteriores y en las que vendrán. A ella le interesa nada más que registrar la atmósfera general que dejan las palabras carentes de peso y sensibilidad. Este alejarse de la escena y mirarla desde atrás provoca Inmediatamente la conciencia de la cámara. Se produce un intento de distanciar. Pero se con– serva el equilibrio y la moderación que integran coheren– temente al filme esta escena. En ella se hace rnuy notorio el cuidado artesanal; por un lado está la suavidad de la cámara y por otro la bien lograda fotografía que no es preciosista ni significante por el color, sino solamente buena. Estos dos elementos, cámara y fotografía , dan el ambiente de una comida formal. Se usa como fuente de luz la lámpara central que ilumina la mesa y se aprovecha la penumbra que circunda para crear fotográficamente un ámbito de tranquilidad. El diálogo, la iluminación, la es. cenografía, el vestuario y la cámara están en función de mostrar un nivel social ; el cuestlonamiento se produce en la posición de la cámara y en s.u movimiento, sin que ella intente romper la situación concreta de la burguesía comiendo . La otra escena distinta al estilo general del filme es aquella en que el Padre Jaime es golpeado. El sacerdote y un acompañante vienen con alfmentos para los huelguis– tas y ambos son Interceptados por varios matones pagados por la Industria. cuyo propietario pretende escarmentar el cura para que olvlde sus ideas y sus ayudas. Los hampones comienzan a casti gar brutalmente a Jaime y a su compa– ñero. Ante esta pura acción, pegar-esquivar. la cámara se introduce de súbito y pasa a formar parte de la lucha misma, solidarizando con los débiles. Busca como buscan los matones, se aparta como lo hacen los agredidos, se mueve de un lado a otro tomando los golpes. las espaldas, los rostros. Ante la situación agresiva. la cámara -co– mo reconociendo un punto importante para la actitud del sacerdote- entra también a Jugársela. La cámara se Im– pone a sí misma encontrar en la acción los gestos más significativos de la violencia y hacia ellos va; para esto

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