Re-vision del cine chileno

mo en exterior de la escena en que escapa la señora Me– dina con el Dr. Méndez; delata sombras en el jardín que Indican una filmación en pleno dia con un filtro Ineficaz. El guión debe valerse del texto en estas ocasiones para crear la convención de la noche. Si el realizador está re– conociendo que su equipo es incapaz de expresar el efec– to noche. ¿cómo explicar entonces que esa misma produc– ción (que costea gran cantidad de escenarios) Impida es– perar una noche real para filmar escenas nocturnas? Cier– tamente es la fijación de la época. que promueve todo lo falso. EL MONTAJE Sólo en dos oportunidades se logra que la narración descanse en las imágenes y no en la explicactón por me– dio del texto. Son las escenas que recurren al montaje como recurso de lenguaje cinematográfico. - El primer momento es la secuencia del nacimiento del niño, donde el montaje paralelo crea la relación que existe entre la ira del padre y el nacimiento del nlño co– mo razón generadora de esa reacción. Se contraponen los planos cerrados del señor Medina con los planos genera– les o americanos de la sirvienta y del doctor. los planos más amplios y de mayor duración, en los cuales se ve e la sirvienta correr por las escaleras, la llegada del médl· co y el ajetreo por la prisa, se interrumpen por la inser• ción de los planos cerrados donde el señor Medina entra o sale de cuadro violentamente, apareciendo desde la os– curidad o desapareciendo en ella. El puente escogido pa– ra unir una situación con otra es el doctor, que corre en– tre la habitación de la madre que va a dar a luz y el salón donde está el señor Medina airado. - En forma menos evidente, pero ,por montaje, se construye la escena del robo de las cartas y la escena en que Eduardo sube a la pieza del enfermo. Son momentos fugaces. Por ejemplo, cuando Teresa está robando, Eduar. 116

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