La memoria de la educación : historias y obra de galardonados y galardonadas con el Premio Nacional de Educación de Chile

LA MEMORIA DE LA EDUCACIÓN Historias y obra de galardonados y galardonadas con el Premio Nacional de Educación de Chile 37 equivalente a la partitura de un concierto que pueda ser ejecutada con maestría). De ahí que existan muchos maestros muy motivados, que tratan de desarrollar nuevas experiencias de aprendizaje, pero son muy pocos los que utilizan las experiencias ya disponibles para ofrecer un buen aprendizaje. Los maestros no disponen de una fuente de los conocimientos adquiridos que les permita desarrollar una buena ense anza. 31 No existe un manual que sistematice la mejor pr ctica efectuada por buenos especialistas, como existe en el caso de la cirugía. 32 Es por eso que el maestro no ha podido desarrollar una capacidad para seleccionar las experiencias de aprendizaje m s adecuadas y, de esa manera, construir un currículo pertinente. 33 Cómo mejorar el aprendizaje y elevar substancialmente los rendimientos de los alumnos Si no es posible lograr que el maestro adquiera las técnicas para ense ar de manera personalizada, parecería que sólo se podría elevar la calidad mediante m s tiempo del docente, m s formación para incrementar el tiempo dedicado al trabajo y m s textos y materiales de instrucción adecuados. Estos cambios implicarían, eventual- mente, el modificar la escuela tradicional que utiliza el método de ense anza frontal; pero tendrían un costo que por ahora los países no pueden absorber. De ahí que sea importante examinar la posibilidad de identificar algunos cambios en el proceso que puedan, eventualmente, reemplazar (al menos durante parte del tiempo) la ense anza frontal y generar el incremento de calidad deseado. 34 Es posible mejorar el aprendizaje porque existen muchos ejemplos en que se consigue una mejoría si se cuenta con recursos adicionales, entre ellos se cuentan los proyectos del programa PRODEBAS. Se sabe, adem s, que hay escuelas que atienden alumnos de nivel socioeconómico bajo y que logran niveles de rendimiento muy su- periores al resto de las escuelas que se hallan en la misma situación. 35 Esto permite perseverar en la b squeda de estrategias adecuadas que se puedan poner en pr ctica con los recursos disponibles en los países. Dado que los textos de estudio tienen un lugar importante en el método con que se desarrolla la clase tradi- cional, al determinar qué se estudia y la forma de ense arlo, se concluye que una posibilidad consiste en reade- cuarlos 36 y la otra, que es m s difícil, en formar un nuevo tipo de docentes. Ensayos realizados en Colombia y Chile muestran que los maestros est n interesados en usar materiales que les eviten tener que dar de viva voz instrucciones rutinarias. 37 Es probable que este tipo de material reduzca, en gran medida, la presión de trabajo y el “stress”. El módulo le asegura al maestro que su clase est planeada, aunque él puede introducir todos los cambios que quiera y, en el caso extremo, crear una nueva actividad sobre la marcha, aunque no est obligado a hacerlo (idealmente, debería poder optar entre varios módulos para generar una experiencia en relación con un tema determinado, por ejemplo, para que los alumnos sepan reconocer y usar los puntos cardinales). A un médico no se le pide que prepare un remedio, lo que tiene que saber es cu l es el remedio apropiado. De la misma manera, el maestro debería poder elegir el material adecuado, pero no estar obligado a prepararlo de manera artesanal. El maestro tiene que dejar de ser un autómata (fonógrafo) que trasmite instrucciones y actuar como un profesional capaz de evaluar y animar un proceso, que él mismo seleccionó como el m s adecuado para cada grupo de alumnos. El usar módulos de autoaprendizaje permite cambiar la forma de pensar del profesor a través de tres maneras distintas: i) al ver como los alumnos describen e investigan al seguir las instrucciones de los módulos (siempre que los módulos sean bien preparados) y aceptar que no hay una sola respuesta para las preguntas y problemas; Ú) al responder a las preguntas de los ni os, que son simples y analizarlas sin mayores problemas; y iii) al cons- tatar que es m s agradable trabajar de esa manera. En la medida que los alumnos investigan, el maestro también puede hacerlo con ellos (también es posible entrenar primero al maestro en estas actividades, pero hasta ahora ha resultado ser m s difícil, como se comentara anteriormente). El cambio del rol del maestro es el resultado de una actividad natural con los alumnos; y los maestros pueden expresar las ventajas y desventajas que tiene esta nueva forma de interactuar. Es decir, son capaces de elaborar

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