La memoria de la educación : historias y obra de galardonados y galardonadas con el Premio Nacional de Educación de Chile

LA MEMORIA DE LA EDUCACIÓN Historias y obra de galardonados y galardonadas con el Premio Nacional de Educación de Chile 36 En resumen, la heterogeneidad hace que sea imposible usar el modelo frontal tradicional en esos casos. Si se insiste en usarlo, al menos un tercio de los alumnos (cuya habilidad quede por debajo del promedio) fracasar necesariamente en cada curso. Existe conciencia de la necesidad de usar métodos personalizados; pero se ha considerado que ello requeriría un esfuerzo de capacitación de los profesores que excede los recursos dispo- nibles. Esta creencia parece ser el resultado de un mito existente sobre el rol del maestro. El mito del maestro creativo ha impedido profesionalizar su rol e introducir métodos de enseñanza personalizada El hecho de confundir los roles de creación de técnicas y de su aplicación profesional, ha puesto demasiadas demandas en el maestro, aunque al mismo tiempo ha limitado su capacidad de identificar el currículo m s adecuado y ha detenido el progreso de la educación. La analogía con otras disciplinas permite examinar, m s adelante, el mito del maestro creativo. Nadie desea operarse con un médico creativo, sino con un profesional que conozca las técnicas alternativas y las use adecu ndolas al paciente. Por ejemplo, para eliminar las piedras del ri ón hay diversas técnicas dise adas por los mejores especialistas del mundo y que han sido probadas con éxito en un gran n mero de casos. El paciente espera que el médico identifique la m s apropiada para el caso específico, que disponga de los instrumentos adecuados y que introduzca los ajustes en la medida que los considere necesario. Lo mismo ocurre con un violinista. Nadie espera que, en forma sorpresiva, cree en el escenario un concierto. Lo que se espera es que use la partitura de un gran creador para proporcionar una versión nica que se adecue a las condiciones del lugar, las expectativas de los asistentes y las limitaciones del instrumento y de su propia técnica. Es interesante recordar que los mejores violinistas de este siglo, J. Menuhin y F. Kreistler, no han creado conciertos memorables que se hayan incorporado al repertorio mundial, mientras que el de un mal violinista como Beethoven se contin a ejecutando con frecuencia. Es decir, hay buenos creadores y hay buenos ejecutan- tes, pero requieren cualidades diferentes, que sólo por casualidad coinciden en una misma persona. En el caso del maestro se ha confundido el rol profesional (de aplicación) con el creativo (de dise o de técnicas). El resultado es que: a) Dedica la mayor parte de su tiempo a transmitir instrucciones rutinarias (que podrían estar en una guía de aprendizaje); b) No puede seleccionar las experiencias de aprendizaje m s pertinentes para sus alumnos; c) No puede compartir las técnicas con otros colegas (porque no se escriben); d) Ha impedido que el maestro tenga tiempo para atender los problemas individuales de cada alumno; y e) Ha incrementado su tensión (stress) al sentir que no puede crear las clases esperadas (que requieren otros especialistas y mucho m s tiempo del que podría dedicar un maestro, por grande que sea su entusiasmo por esa tarea). El mito del profesor creativo ha llevado a esperar demasiado de la actuación del maestro en la clase tradicio- nal. 30 Se espera que los maestros creen situaciones de aprendizaje maravillosas cada vez que dictan una clase, improvisando sobre la base de principios o textos muy generales. El mito se ha generado, en parte, porque el método frontal tiene éxito con los alumnos de familias de buen nivel económico, lo que hemos visto resulta de condiciones muy especiales que no es posible replicar para todo un país. El mito implica que el maestro debe dar instrucciones al alumno sobre cómo usar el texto de estudio y por eso se dise an textos que “motiven la creatividad del profesor” en vez de ofrecer instrucciones claras al alumno so- bre cómo desarrollar una óptima experiencia de aprendizaje. La mayor parte de los textos actuales sólo buscan inspirar al profesor, tal como la melodía propuesta inspira a tocar su improvisación a un jazzista (no existe el

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