La memoria de la educación : historias y obra de galardonados y galardonadas con el Premio Nacional de Educación de Chile
LA MEMORIA DE LA EDUCACIÓN Historias y obra de galardonados y galardonadas con el Premio Nacional de Educación de Chile 29 Las mismas características necesita un buen ciudadano para participar en un proceso efectivamente democr ti- co, un vecino para cooperar al nivel local, un padre para contribuir a formar una familia estable y solidaria y un alumno para ascender a niveles m s altos del sistema de formación. Hay cuatro aspectos, ligados a estas demandas, que es casi imposible lograr cuando el maestro trabaja con un modelo frontal: a) Es difícil estimular la comunicación por escrito cuando el maestro tiene que corregir lo que escribieron los alumnos en el tiempo propio (no remunerado), porque utiliza todo el tiempo de la clase para dar informa- ción o imponer silencio; b) No se ense a a tomar opciones porque es el maestro que transmite el que elige todos los elementos del currículo; por ejemplo, qué animal doméstico se estudiar (aunque si no tiene tiempo para preparar sus clases suele usar el ejemplo que le dieron en la escuela de educación); c) No se estimula la capacidad de identificar problemas porque implica tanto diversidad de enfoques y resulta- dos como trabajo personal lo que no es compatible con el modelo frontal (y tampoco con la idea de que existe “una” sola respuesta correcta a cada situación que suele estar implícita en el modelo frontal); y, d) No se desarrolla la capacidad de trabajo en grupo, aunque afortunadamente los buenos maestros suelen modificar el modelo frontal para incluir trabajos de este tipo. Todas estas limitaciones, propias del modelo frontal, generan un alto grado de dependencia, aun en los alumnos de elite, y lleva a suponer que la capacidad de aprendizaje de los ni os es menor de la que realmente tienen. Los maestros consideran que una parte importante de su trabajo consiste en no permitir los errores. Desean que los alumnos hagan sus trabajos “bien” la primera vez que lo intentan. La preocupación por asegurar ese éxito les impide, a veces, dedicar m s tiempo a estimular la persistencia en el aprendizaje. En esta docencia que imita una f brica, los alumnos son materia prima tratada de la misma manera y es por ello que suele ser difícil integrar a los ni os diferentes del promedio. Los tímidos y los revoltosos tienen poco espacio para convivir en este tipo de escuela. La selección de los actuales docentes es el punto de partida del análisis de las posibilidades de cambio No es f cil elevar la calidad de la educación mediante una mayor calificación de los maestros cuando existen problemas que condicionan su comportamiento y mitos sobre su rol. Así lo indican los problemas constatados en los países desarrollados - donde existen maestros con cuatro o m s a os de entrenamiento postsecundario - y el escaso impacto que tienen, en los países en desarrollo, la formación y perfeccionamiento de los docentes sobre el rendimiento académico de los alumnos. Para examinar posibilidades de cambio es necesario entender la selección de futuros maestros, la formación que recibieron y las condiciones en que trabajan. Los bajos salarios y la falta de selección al ingreso constituyen condiciones que limitan la innovación, especial- mente en las escuelas que atienden a alumnos de familias de m s bajos ingresos. Un cierto n mero de los que ingresan a estudiar educación han sido excelentes alumnos en el nivel anterior, pero la mayor parte lo hace luego al ver que no tenían posibilidad de ingresar a otras carreras que ofrecieran mejores posibilidades económicas. Por eso los bajos salarios de los maestros determinan que la selección sólo se realice entre candidatos con condiciones limitadas. Existen salarios m s elevados en las escuelas privadas pagadas y en las escuelas p blicas de mayor prestigio nacional que atraen a los mejores maestros. Si bien hay una amplia gama de maestros - desde los que cuentan con una alta calificación profesional hasta los “cuidadores de ni os” que tienen una formación deficiente y poca motivación - el docente de una escuela que atiende alumnos de escasos recursos va a ser muy diferente de los educadores que lean este trabajo y ganar un salario mucho m s bajo. Esto puede ser difícil de entender para
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=