La memoria de la educación : historias y obra de galardonados y galardonadas con el Premio Nacional de Educación de Chile
LA MEMORIA DE LA EDUCACIÓN Historias y obra de galardonados y galardonadas con el Premio Nacional de Educación de Chile 234 institución que vivió sus primeros a os en precarias condiciones financieras. Sin embargo, pese a estas penurias, esta etapa de la vida profesional de Peralta es fundamental, debido a que la ONG fue deviniendo en una instan- cia de perfeccionamiento para educadoras de p rvulo que trabajaba a lo largo de todo el país. Con el pasar de los a os sería conocida en diferentes partes de Chile. Posteriormente, participó en otras instancias no guberna- mentales en tiempos de dictadura, lo que le permitió contribuir al programa de gobierno de la Concertación, en las puertas del retorno a la democracia. Vida pública y liderazgo en educación parvularia El retorno de la democracia implicó un brusco cambio laboral para María Victoria Peralta. Su periplo por Chile, durante la década anterior, influyó en que se convirtiera en una persona conocida y reconocida en relación a la educación parvularia. Ello, y su participación en la preparación de la llegada del primer gobierno de la Concerta- ción, generaron el espacio para que Ricardo Lagos, recién nombrado ministro de Educación, le ofreciera el cargo de Vicepresidenta de la Junji, situación que en ese momento estaba totalmente fuera del imaginario de Peralta. No obstante, María Victoria quería volver a la academia a retomar su relación rota con el Pedagógico, donde adem s Viola Soto asumía como una de sus autoridades. Así, decidió decir que no a la invitación a trabajar en el cargo mencionado. Era la primera vez que tenía a Ricardo Lagos personalmente frente a mí y con solo mirarlo sentí un respeto tremendo. Entonces me dice: “la directora me vuelve a dar el nombre de usted, dice que usted es la persona adecuada”. “Gracias, don Ricardo, pero en realidad, quiero volver a mi cátedra”, le dije. Viola Soto iba a entrar a la UMCE como vicerrectora académica y yo quería trabajar con ella. Enton- ces, él me dice: “muy bonito, ustedes los académicos son bien divertidos o especiales porque siempre andan diciendo hay que hacer esto, hay que hacer esto otro, y cuando se les ofrece hacer eso, no lo asumen”. Con ese argumento no me quedó otra que aceptar el cargo que me ofrecía. Entonces le digo “pero no sé nada de administración pública, nunca nos dejaron poner ni un pie adentro”. “Se asesora…”, me respondió. “¿Y usted conoce Chile y su sector?”, me preguntó.Y ahí le digo “sí, eso sí que lo conozco, co- nozco el trabajo de mis colegas desde Arica hasta Punta Arenas”. “Entonces el lunes vaya al Ministerio de Educación”. “Con su apoyo haré mi mejor esfuerzo”, le dije. “Por supuesto”, me respondió, y así fue esta historia de asumir la dirección de la Junji. En una situación que no es muy frecuente en la administración p blica para este tipo de cargos, María Victoria Peralta estuvo como vicepresidenta de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) por m s de ocho a os, es decir, durante todo el gobierno de Patricio Aylwin y gran parte del de Eduardo Frei Ruiz Tagle. Luego de su salida, mantuvo y mantiene hasta el día de hoy una relación periódica con la institución. Al visitar el sitio web de la Junji se pueden encontrar diferentes trabajos e instrumentos en los que participó Peralta con posterioridad a su paso por esa institución. El momento en que ella sale de la Junji coincide con un período de reformas educativas en Chile. Seg n relata, tal como había ocurrido históricamente, la educación parvularia no protagonizaba ninguna de esas reformas. Por esta razón, se puso en contacto con las autoridades del período para tener una mayor participación en esa tarea. De esta forma, asumió un rol de liderazgo en la reforma a la educación parvularia, conformando un equipo en que participaban colaboradoras cercanas a ellas como Ofelia Riesco y otras que posteriormente tendrían alta influencia en las políticas educativas de la primera infancia. Una de ellas era María Isabel Díaz, quien a os después asumiría como la primera subsecretaria de Educación Parvularia del Ministerio de Educación. Díaz recuerda de esta forma su experiencia de trabajo con María Victoria Peralta. María Victoria Peralta fue mi jefa por 5 años en el Ministerio de Educación, en un momento de gran relevancia histórica para el nivel de educación parvularia. En ese período, año 2000, ella lideró, con un
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