La memoria de la educación : historias y obra de galardonados y galardonadas con el Premio Nacional de Educación de Chile

LA MEMORIA DE LA EDUCACIÓN Historias y obra de galardonados y galardonadas con el Premio Nacional de Educación de Chile 165 Iv n N ez participó del dise o y del trabajo político orientado a la aprobación de este proyecto, el que final- mente nunca vio la luz. En enero del 73, presentamos públicamente, con mi firma, el llamado proyecto ENU. No era un proyecto de ley, era un informe que presentaba al país la posición del gobierno respecto a una trans- formación cualitativa del sistema escolar, no puramente de crecimiento. Se presentó ese documento a final del año, se imprimieron mil copias, se publicó en todos los diarios y la discusión se hizo a partir de marzo. Pasó a ser uno de los temas centrales de conflicto, sobre todo en el mes de mayo y junio. Ahí me tuve que jugar muy intensamente en eso y, al final, perdimos la batalla, en el sentido de que la oposición que encontramos fue tan fuerte, inusitada, no calculada previamente, que el gobierno termi- nó retrocediendo y postergando el proyecto hasta que hubiera mejores condiciones.Y no hubo tal, no hubo ENU, no pasó nada. Es decir, pasó mucho, pero en el sentido de los cambios que se buscaban. Y en los restantes meses, julio, agosto, invertí tiempo y mucha energía en una iniciativa que no fue nuestra, sino que fue del rector Fernando Castillo Velasco, de la Católica, que dijo:“miren, se ha produ- cido la experiencia ENU, pasó esto, pero los temas, las cuestiones a que apuntaba el proyecto, son cuestiones que el país tiene que enfrentar tarde o temprano”. Él fue de la opinión que esto no podía quedar olvidado, muerto, sino que había que buscar otros espacios, otras formas más cívicas, menos a peñascazos, por así decirlo, de abordar los temas, con un mejor mecanismo de consulta, porque este era un problema cardinal del país. Entonces se acordó que el Consejo Nacional de Educación retoma- ría los temas y los problemas que habían dado origen al proyecto ENU y realizaría una consulta a la sociedad chilena (…). Estuvimos preparando un instrumento de consulta para un tiempo en que se pacificaran un poco los ánimos. Entre paréntesis, el Consejo era multipartidista, o sea, había gente de oposición y del gobierno participando en él. Estuvimos, cuando el país ardía en llamas, nosotros ahí con gente que era del otro bando. Para mí fue inolvidable esta experiencia de dialogar y de trabajar sana- mente con el enemigo, por así decirlo, y logramos un acuerdo. Se produjo todo lo necesario para una consulta, estuvo todo listo en agosto, justo en un momento en que yo estuve enfermo. Se imprimieron los instrumentos, vino el golpe y todo eso quedó para el olvido. Una vida en dictadura Un mes antes del golpe militar, en agosto, Iv n N ez tuvo un accidente automovilístico que lo mantuvo con licencia. Regresó a trabajar justo el lunes antes del golpe. Su historia política y profesional se convertía en un factor que ponía en serio riesgo su integridad. Sin embargo, pudo sobrevivir, situación que varios de sus amigos y compa eros no lograron. N ez no fue inmediatamente apresado.Tampoco fue identificado,“por alguna razón milagrosa”, como objetivo directo de detención o desaparición. Sí se le pidió la renuncia, considerando un mecanismo administrativo que le permitía acogerse a una jubilación. La tramitación de esta se extendió, debido al accidente automovilístico que había tenido antes del golpe. Esto tuvo como consecuencia que, como la moneda se depreció dram ticamente ese a o, el monto de su jubilación disminuyera de manera significativa. N ez optó por mantener una vida de bajo perfil y rechazó las sugerencias que le hicieron sus cercanos de abandonar el país. En un contexto de extrema precaución y obligado por las circunstancias, Iv n N ez reorien- tó su carrera profesional. El sacerdote jesuita Patricio Cariola le abrió las puertas del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación(CIDE). Sus labores profesionales las podía realizar en su casa y consistían principal- mente en la lectura, la revisión de literatura y su sistematización. El apoyo del CIDE no fue solo para él. A os después, su esposa fue despedida del Mineduc y asumió como documentalista en la misma institución.

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