La vivienda urbana en Chile durante la época hispana (Zona Central)

aspiracione formales de la vivienda urbana se aso– cian al barroco. Ello no significa una adscripción neta a este estilo como un cuerpo de normas. Más bien se trata de alusiones incorporadas a los elementos expresivos de la casa, las que, con el tiempo, se hicieron parte de ella (el sentido de monumentalidad de la portada, la ornamentación de contornos mixtilíneos, el tratamiento refinado de puertas, ven– tanas, postigos, rejas de madera y de hierro, guardamalletas). Espacialmente la influencia barro– ca se percibe en el lenguaje de las proporciones, en el juego dinámico de las luces y sombr~s. en la sucesión de umbrales que van desde la portada hasta el último patio. Existen, sin embargo, ciertos rasgos locales que ayudan a definir los matices de diferencia perceptibles entre una vivienda de La Serena y otra de San Felipe. O entre Santiago y La Serena. Menos discrepantes son las características de Sant,iago respecto de Rancagua (hecho explicable , quizá, por la relativa proximidad geográfica de ambas ciuda– des). Entre las situaciones arquitectónicas comu– nes a toda la tipología de vivienda colonial urbana se encuentran, básicamente, los zaguanes y los corre– dores quecircundan los patios interiores. Del universo analizado se desprende que tanto el zaguán como el corredor en el segundo patio son una constante absoluta en las localidades de Rancagua. La Serena y San Felipe (el 100%de los casos los tienen , si bien cabe precisar que muchos de los corredores hoy existentes fueron agregados en una épocaposterior). Las excepciones se dan exclusivamente en Santia– go, aunque los motivos pueden atribuirse a posibles modificaciones - o mutilaciones - infligidas a las obrasoriginales.De los30casosestudiados4carecen de zaguán (13.4 %) y sólo 3 de corredores en torno a los patios (10%). Es importante destacar que, remitidos al mo– delooriginal, el primer patio carece de corredores: es un espacio austero y poco hospitalario, si se le compara con los más interiores. Hasta el siglo XVIII la zonificación de la vivien– da se comparte en proporciones equivalentes entre las zona semi-pública, privada y de servicio . Paula– tinamente se va perdiendo el carácter semi-público 214 de la primera, de modo que la vivienda se hace más introvertida, aislándose de la calle mediante los sa– lones de recibo. Por otro lado, la zona de servicio se va reduciendo en la medida que decrece el número de habitantes. También es una característica de la vivienda colonial urbana - de orden funcional, en este caso - es el paralelismo de circulaciones: una de ellas se produce a través de los recintos dispuestosenbatería, cuyas puertas ubicadas en las cabeceras suelen enfrentarse ; la otra, por los corredores, y en el caso de que éstos se discontinúen, la circulación se da bajo los aleros de los volúmenes que conforman el patio. Otro rasgo común a la totalidad de los casos en las cuatro localidades investigadas es la materialidad: el adobe en los elementos soportantes verticales y la teja en las cubiertas. Vale decir, todas las caras expuestas ofrecen una expresión que identifica la tipología (por cierto, no todas las casas construidas con adobe y teja corresponden a vi– viendas coloniales, puesto que esta manifestación constructiva aún prevalece en la época republicana). No existe ni gran prolijidad ni gran precisión en la faena constructiva, toda vez que esta arquitectura se materializa sin la presencia de arquitectos. Cons– tructores y alarifes se valen casi exclusivamente de la experiencia y unos cuantos dibujos de detalles constructivos de eficiencia comprobada. En las ter– minaciones la madera es el material predominante. Más que producto del rigor matemático, la vivienda es consecuencia de la utilización de los materiales con sus dimensiones naturales, especí– ficamente la madera. De allí el sentido orgánico y la armónica identificación de la vivienda con la natura– leza circundante. En alguna medida, esta forma de construir lleva consigo los embriones de los que serán fundamentos en la arquitectura contemporá– nea: la racionalización de la construcción y la coordi– nación dimensional. En la vertiente de la singularidad se dan cier– tos elementos arquitectónicos en mayor o menor grado y número, según la localidad de que se trate. Verbigracia. el pilar de esquina está presente en el 20%de los casos, tanto en Rancagua como en como

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