La vivienda urbana en Chile durante la época hispana (Zona Central)
bien el carácter de chácaras. Lo lógico fue, por lo tanto, que aquella zona de los solares por donde pasaban dichas acequias y por el uso que de ellas se hacía, fuese considerado el fondo de las propiedades , y por contrapartida, el lado opuesto el frente, coincidente con el trazado de las calles oriente-poniente. A su vez, el hecho que las vías endirección norte-surdebieran ir cruzando estas calles y lasdiferentes acequias, para lo cual debieron construirse puentes apropiados, puede explicar la denominación que se les daba de "calles atravesa– das". Lo concreto es que la condición natural del terreno y su utilización práctica por parte de los vecinos fue lo que impuso un uso jerarquizado y significativo a la trama de calles de la ciudad, dife– renciando entre principales y secundarias. Este he– cho trascendió a la disposición de los edificios en los solares estableciendo una costumbre que incluso perdurará hasta pasado el período colonial. Los ejemplos analizados posteriomente confirmarán esta observación. Retomando el análisis comparativo de los pla– nos de Thayer Ojeda y Frezier, en loque sí es posible apreciar un avance en el lapso de tiempo transcu– rrido - mediados del siglo XVI y principios del siglo XVIII -, es en la incorporación de un número impor– tante de edificios institucionales, la mayoría religio– sos. A los templos de las primeras órdenes religiosas avecindadas en la ciudad se ha agregado una serie de nuevos edificios, preferentemente en la áreas periféricas . Así, en el extremo sur de la Cañada se ubican la Capilla de San Miguel, el Noviciado de los Jesuitas y el de los Agustinos. Más hacia el oriente , cercana al convento de San Francisco se ubica la iglesia de San Diego. El antiguo Hospital del Socorro ha dado origen al Hospital de San Juan de Dios . En el extremo oriente , frente al cerro de Santa Lucia se ha instalado el Monasterio de las Carmelitas de San José. De la Cañada al sur, en plena área suburbana, ha surgido ta Parroquia de San Isidro. Por su parte en taChimba los Franciscanos han levantado igualmente un noviciado. Todos estos edificios religiosos que se ubican en su mayoría en forma periférica, buscando el aislamiento adecuado a su modo de vida conrtem– plativo, serán focos que encauzarán el desarrollo urbano de la ciudad a lo largo del tiempo, lo cual ya se insinúa en el plano levantado por Frezier. Con casi 100 años de diferencia, el plano incluido en la obra de Fray Manuel Sobreviela (3) , y posteriormente el levantado por Claudio Gay en 1831 -que constituye el primero que técnicamente se acerca a una representación más real y total de la ciudad de Santiago-, son los que aportan mayor cantidad de información y ponen fin a los anteceden– tes correspondientes a nuestro período de estudio. Obviando la mayor exactitud topográfica del levantamiento realizado por Gay, ambos planos re– flejan el progreso alcanzado por la ciudad de San– tiago durante el siglo XVIII , lo cual se evidencia notoriamente si lo comparamos con el plano de Frezier. Al respecto, recordemos que dentro del panorama histórico que hemos reseñado anterior– mente, el siglo XVIII fue un período de claro avance en la Capitanía General de Chile. En el caso del desarrollo urbano de la ciudad de Santiago, ello se refleja en la construcción de importantes obras pú– blicas, principalmente las que dicen relación con ta superación definitiva del umbral de crecimiento que desde los orígenes mismos de la ciudad había sig– nificado el río Mapocho. La realización, primera– mentedel majestuoso Puente Nuevo, conocidocomo de Cal y Canto , y la posterior reposición de las destruídas defensas ribereñas - los tajamares - que protegían a la ciudad del embate de las aguas en los períodos de crecida de su caudal, posibilitó , en primer término, ta incorporación efectiva y perma– nente de la Chimba al funcionamiento de la ciudad, ya que desde siempre esta área suburbana había mantenido una existencia marcada por el aislamien– to impuesto por el régimen fluvial del río . La existencia de ta Chimba se dinamiza, aumentando su importancia; así , incluso antes del inicio de las obras del Puente Nuevo se funda pri– meramente la Iglesia y Convento de la Recoleta Dominica y luego el Monasterio de las Carmelitas Descalzas de San Rafael. Posteriomente, en los inicios del siglo XIX. surgirá la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de la Cal'ladilla, conocida más bien como Iglesia de la Estampa Volada. A su vez, ta incorporación en ambos planos del antiguo Camino de Chile - la Cañadilla-, del camino del Salto - luego Calle de la Recoleta-, y de una serie de callejones de forma irregular existentes entre las propiedades agrícolas, evidencian la importancia que alcanza esta zona corno foco de expansión urbana, sobre todo a lo largo de las dos primeras vías menciona– das. Cabe destacar dentro de los callejones exis– tentes, uno que desprendiéndose al norte de la Cai'ladilla se dirige hacia el poniente y que en el plano 11
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