La vivienda urbana en Chile durante la época hispana (Zona Central)

dificaciones que afectaron principalmente el aspecto externo de la vivienda. En la actualidad la casa y parte de lo que fuera·1a extensa chacra pertenecen a la sucesión Máximo Manieu. ( 1) En la planimetría de la vivienda se pueden reconocer claramente dos sectores . Uno principal organizado en torno a un desahogado patio central, al que desemboca el amplio zaguán de ingreso. De forma similar al caso de la Chacra Mardones reseña– do anteriormente, el zaguán se ubica desplazado respecto del eje longitudinal de dicho espacio orde– nador. Esta característica igualmente se explica en el uso que originalmente se hacía de las distintas crujías perimetrales. Las ubicadas al norte y ponien– te reúnen los recintos que por sus características debieron cobijar las funciones habitacionales de la vivienda y son, precisamente, las únicas dos que presentan corredores adyacentes, constituyendo áreas de expansión de los espacios interiores y amplias circulaciones cubiertas. Estos corredores están definidos por pilares de algarrobo de sección circular decreciente hacia la parte superior que des– cargan sobre basas de piedra. En la parte superior se apoyan amplias sopandas de forma curva, que al sumarse entre cada tramo de intercolumnio confor– man arcos rebajados. Por su parte, en las crujías oriente y sur es donde, sin duda, se encontraban las diferentes bodegas en que se depositan los produc– tos de la chacra ubicada inmediatamente al oriente. De este modo, el patio reunía funciones diversas - acceso representativo y de carretas, patio familiar, zona de cargay descarga, etc -, que lo diferencian del concepto que es habitual en la casa urbana de la época. Un segundo patio de menores dimensiones, ubicado tras la crujía norte del patio principal, ordena una serie de recintos menores y de servicios que se relaciona directamente con la actividad del huerto adyacente. Sus corredores aún mantienen su pavi– mento original, similar al que debe haber existido en los del primer patio, conformado por ladrillos cua– drados de arcilla de 1Ocm. de lado. Las elevaciones de la vivienda - en este caso dos, dada su ubicación en esquina -, manifiestan una composición y expresión formal que no las diferencia mayormente del resto de las construcciones urbanas de la época, salvo el torreón sobre el recinto que se sitúa en el vértice de encuentro de las cruj ías ponien– te y sur del área principal de la casa. Este elemento volumétrico, que según fuentes orales existía igual- 128 mente en otras viviendas de la villa, jerarquiza la presencia de la construcción en su despejada loca– lización lateral a laCañadade San Miguel, existiendo originalmente en su nivel inferior un pilar de esquina que, articulando vanos perpendiculares, posibilitaba el consabido destino comercial del recinto esquinero. Del mismo modo, distingue y otorga mayorpresencia urbana a la construcción la sobria portada de piedra que destaca el acceso principal de la vivienda por la Calle Real de los Andes. Dos pilastras adosadas, una a cada lado del ancho portón de dos hojas cobijado por un arco de medio punto, sostieryen un delicado frontón, elementos que, en su conjunto, introducen una impronta neoclásica de fines del siglo XVIII a la rústica fábrica de muros de adobe. El hecho que la antigua Chacra Parreflo no cambiaracontinuamentede propietariosymantuviera hasta no hace mucho su destino original, ha permi– tidoque en la actualidad se conserve en relativo buen estado un inestimable ejemplo de arquitectura, en el cual se combinan la tradición de la arquitectura urbana con la rural colonial de la zona central de Chile del siglo XVIII. (1) Datos contenídos en el Semínarío de Historia de la Arquitec– tura "Vívienda Colonial en San Felipe". de Luis E. Guzmán Urquiza.Departamento delPatrimonio Arquitectónico. Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile. Santiago - Chile, 1981.

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